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Tajikistan Tajikistan · Demonlandia
Voto de Neathara:
5
Drama Después de haber entrenado y representado a los mejores púgiles, Frankie Dunn (Eastwood) regenta un gimnasio con la ayuda de Scrap (Freeman), un ex-boxeador que es además su único amigo. Frankie es un hombre solitario y adusto que se refugia desde hace años en la religión buscando una redención que no llega. Un día, entra en su gimnasio Maggie Fitzgerald (Swank), una voluntariosa chica que quiere boxear y que está dispuesta a luchar ... [+]
26 de enero de 2010
70 de 134 usuarios han encontrado esta crítica útil
A Clint Eastwood le estamos malacostumbrando. Es presentarse con cualquier película, ya sea sobre la pesca del salmonete en Wellington o la revuelta de los indios chochimíes en Katmandú, que nosotros, antes de verla, ya la estamos aplaudiendo con las palabras "nuevo clásico" en la mente. El resultado es una filmografía que progresivamente va cayendo en lo acomodaticio y aburre bastante.

Con "Million Dollar Baby" pasa que no aguanta un segundo visionado, simplemente porque en el primero estabas tan cegado por las lágrimas melodramáticas que no te diste cuenta de lo "construida sobre nada" que es toda la película.

Si trama remite a lo peor de la saga Rocky en clave femenina, más un giro efectista y absurdo, más un plus de sentencias que son una chorrada pero dichas por Morgan Freeman parece que las han sacado de la Biblia, más un rollo paterno filial clavado por ejemplo al de Piper Perabo y John Goodman en "El bar Coyote", la dirección de Eastwood es de un convencionalismo espeluznante, se ha ocupado tanto de sacar brillo a los actores y a él mismo que se ha olvidado de prestar cualquier tipo de sinceridad a la película. Así es, "Million Dollar Baby" es un artefacto construido sin corazón para supuestamente apelarte al corazón. Y sí, yo lloré cuando la vi la primera vez, pero también lloro con los anuncios de Puleva si me pilla el día tonto. A mí esta película no se me ha quedado en el alma. La olvidé las dos veces que la vi y no me quedaron ganas de volver a verla. Eso, creo, es signo de algo.

Que alguien espabile al viejo a ver si nos deja algo que valga la pena antes de irse a la tumba y se deja de telefilmes de por la tarde, biopics emotivos de Mandela y toda clase de chorradas "inspiradoras" y anticreativas que ni el mundo ni el cine ni nosotros venimos ya necesitando en una época en que sobra lo inspirador y falta la inspiración.
Neathara
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