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Voto de Juan Alegre Arnau:
10
Drama Un samurái pide permiso para practicarse el Seppuku (o Harakiri), ceremonia durante la cual se quitará la vida abriéndose el estómago al tiempo que otro samurái lo decapitará. Solicita también poder contar la historia que le ha llevado a tomar tan trágica decisión. (FILMAFFINITY)
25 de octubre de 2022
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
A continuación procedo a exponer mi crítica de Harakiri, basándome en la trama, los personajes, la dirección, la música y el mensaje. Pongo sobre aviso de los lectores que la mayor parte de lo aquí escrito procede tan solo de mi punto de vista. No soy la verdad absoluta (y menos mal...).

TRAMA: ¿De que va Harakiri? Estamos ante una historia triste, la amarga lucha de un solo hombre contra el sistema en el que le ha tocado vivir. Kobayashi ya lo había representado en la trilogía "La condición humana" y lo volvería a hacer en 1967 con "Rebelión", por lo que se podría decir que le sobra experiencia. Es a la vez un chambara como la película más crítica con esta élite guerrera del Japón feudal, tan popularizada a raíz del éxito de películas como "Los siete samuráis" o "La fortaleza escondida", ambas de Kurosawa. Habla de venganza, completamente alejada de las revanchas simplonas que tan acostumbrados nos tiene el cine actual. Y habla del honor, o mejor dicho, de lo que en esa época se entendía por honor. La película ofrece un contraste interesante ente la concepción de honor que tenía el público en 1962 (encarnada en la película por el personaje de Motome, una idea más bien errónea) y la que se tenía en 1630. Los samuráis aquí no son nobles, valientes ni aguerridos, sino egoístas y cínicos ante los problemas que ellos mismos han creado tras tantos siglos de guerra. Se puede interpretar una relectura de la posguerra japonesa, con los soldados y familias sumidos en la más absoluta pobreza después de haber sido derrotados en la Segunda Guerra Mundial. Tantos subtemas y tan perfectamente integrados son los que hacen, entre otras cosas, que esta sea una de las mejores películas de la historia del cine. Mis felicitaciones a los guionistas.

PERSONAJES: los personajes de este largometraje se pueden dividir en dos bandos claramente diferenciados. Por un lado están los que no son samuráis. Motome y Hanshiro perdieron su estatus tras la guerra y se ven obligados a trabajar para alimentarse (el primero es maestro de escuela y el segundo se dedica a la artesanía). Miho y Tango representan las motivaciones de los dos protagonistas, lo que les lleva a seguir luchando en un mundo rodeado de miseria. Lo que les pueda pasar supondrá sin duda el punto de inflexión en sus arcos argumentales, como pasa en la película. Por otro lado están los samuráis y cabe destacar que la película no cae en la crítica facilona de hacerlos a todos unos hijos de puta. Secundarios como el antiguo daimyo de Hanshiro o el viejo amigo de este son algunos ejemplos. Saito, a quien podríamos considerar como el antagonista principal, tiene algunos matices, como cuando advierte a Tsugumo. Ahora bien, los demás si que forman parte de un colectivo con aires de superioridad, que no siente afecto alguno por sus semejantes (se puede apreciar con Hikokuro Omodaka). Son arrogantes e hipócritas, aferrados a un código de honor que usan para guardar las apariencias y para legitimar su autoridad sin que nadie pueda rebatirla. No es muy diferente de lo que ocurría en Europa por aquellos tiempos. Todos los personajes cumplen a la perfección. Director, guionistas: mi más sincera enhorabuena.

DIRECCIÓN: con honestidad, no soy experto en este campo, pero al menos puedo apreciar que los encuadres en esta película y el manejo de la cámara están a otro nivel, tanto en los momentos dramáticos como en los de acción. La puesta en escena no tiene nada que envidiar a Kurosawa. Con la dirección van implicadas las actuaciones y Nakadai está magnífico. Todos lo están, en realidad. Mis dieces, Kobayashi.

MÚSICA: Solo diré que Toru Takemitsu es el Ennio Morricone del cine de samuráis y del japonés en general.

MENSAJE: Hay que tener un aspecto en cuenta. Los samuráis no eran como se nos han pintado en el manga, anime y el cine. Hablamos de hombres que bañaban sus espadas en mierda para que los cortes provocaran enfermedades, que probaban las armas y técnicas aprendidas con el primer transeúnte que se cruzaban, que mataban perros para practicar con el arco y que si ellos consideraban que les faltabas al respeto, estaban autorizados a quitarte la vida. Esta película es un ejemplo de las mentiras que perduran en la historia, a base de mitos y tendencias a romantizar. Los vikingos eran esclavistas y violadores. Los piratas igual. ¿Por qué los samuráis iban a ser distintos? Esta película es como Sin perdón, una desmitificación total. Solo que en vez de arrojar luz sobre la figura del forajido, se arroja luz no solo sobre una casta sino sobre todo un ideario presente en casi todas las culturas que aún perdura hasta nuestros días. Les recomiendo que vean la película. Si hay algo que ilustra a la perfección es la farsa que es el honor.
Juan Alegre Arnau
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