Hablar de esta película es hablar de los años 80. La estética, la fotografía, los efectos especiales(totalmente ochenteros, ochenteros) y así mismo la tecnología que aparece en alguna escena. Lo original de la película es quizá como combina la vida actual con viajes en el tiempo y preguntas existenciales que pasan alguna vez por la cabeza de todo el mundo. Esto es, mezcla la vida del día a día con algunas de las preguntas existenciales más profundas que existen, enmarcándolo con una historia de fantasía, que no ciencia-ficción pura y dura. Este último hecho junto con los escenarios dónde se va rodando la película es lo que la hace especial. Algunas imágenes tienen una estética que me recuerda a "La princesa prometida". Sean Connery por supuesto, es un reclamo siempre y su papel es importante a nivel narrativo. La banda sonora de esta película es inmejorable, con canciones de el grupo Queen, y bajo mi punto de vista es la mejor sincronización entre imagen e historia que se haya conseguido jamás. Música, letra e imagen cuadran de un modo perfecto. Es una historia que une acción y emoción. Si has leído esta crítica hasta aquí creo que te atraerá la película