Coincido con aquellas críticas que consideran "La peor persona del mundo" ante todo uno de esos films infrecuentes hoy día que, una vez terminado, se disfrutan más a posteriori que durante el propio visionado, reflexionando sobre todo lo visto en pantalla duranta unas larguísimas dos horas. Con una duración menor mi nota habría sido más generosa para una peli que se me hizo algo de bola en ciertos momentos, un pelín alargada bajo mi punto de vista. Aunque quizá la historia de Julie (Renate Reinsve) deba contarse al ritmo elegido por Joachim Trier, realizador al que personalmente no conocía y del que me ha gustado su dirección y especialmente su guión, sólido y creíble.

Porque la película rezuma realismo. Personajes femeninos como Julie he conocido unos cuantos. Chicas cuyo talento, encanto y belleza les abren de par en par infinidad de puertas a nivel laboral y sentimental, siendo tan grande e inagotable su abanico de oportunidades que terminan por no saber lo que quieren, casi siempre frustradas ante unas expectativas profesionales y amorosas autoimpuestas (de las que muchas veces ellas culpan a la sociedad, a la presión de su entorno o, más actualmente, al diabólico "patriarcado") que son incapaces de cumplir porque son totalmente irreales, más propias de cuentos de hadas o, de nuevo tirando de rabiosa actualidad, de esas cuentas de Instagram con idílicas fotografías retocadas hasta la nausea. Expectivas individuales que paradójicamente necesitan de una compañía que las avale, dando como resultado un reguero de víctimas colaterales en forma de ex-novios, ex-parejas y ex-amigos.

La película es un retrato espectacular de este tipo de mujer en un marco realista y directo. Y por ello vale la pena su visionado. Por otra parte, no sé de dónde le han colocado la etiqueta de "comedia romántica", porque de comedia esta película no tiene nada. Claro que la historia tiene momentos divertidos, como la vida misma que Joachim Trier traslada a la pantalla. Pero "La peor persona del mundo" es ante todo un drama, con tintes de dramón hacia el final.

No sé si mi nota es demasiado baja, entre el 6 y el 7, quizá porque es la clásica película que dudo que vuelva a ver como hago regularmente revisionando mis pelis favoritas. Pero como digo más arriba, cuanto más pienso en la película más aspectos positivos le veo, a diferencia de tanto cine actual que me hace salir de la sala con un enfado de cojones porque me siento tratado como un imbécil por la mayoría de cineastas actuales.

Sin duda, recomendable.