Buena película, aunque pone a prueba tus nervios porque, digámoslo sin titubeos, al niño pijo este, hijo de los embajadores franceses, no hay quien le aguante. Nos quieren vender que la Sra. Baines es una bruja maltratadora, cuando es la única que trata de educar a este chaval malcriado, ante la ausencia de sus padres y la pasividad del Sr. Baines, que está muy entretenido con la bella y angelical Julie para olvidar los "maltratos" de su esposa.

Por ahí alguna critica dice que la actuación de Bobby Henrey, el actor que con 8 años encarna al niño, fue brillante. Cierto es que en su època el niño se convirtió en una estrella de la noche a la mañana, y firmó un contrato miillonario para protagonizar 4 películas más, aunque finalmente sólo una, "The Wonder Kid", se estrenó 3 años después de la que nos ocupa. Este segundo filme no suposo un éxito, por lo que la familia decidío que el niño volviera a sus estudios y dejara el cine (por fortuna para los que no somos precisamente sus fans), convirtíéndose años después en consultor fiscal. Ya lo ven, este niño nació para asuntos turbios