Terminando de ver “The Wicker Man” (1973) de Robin Hardy con Edward Woodward, Christopher Lee, Britt Ekland, Diane Cilento, Ingrid Pitt, Lesley Mackie, Walter Carr, Lindsay Kemp, Aubrey Morris, entre otros.
Película de suspense basada en la novela “Ritual” (1967) de David Pinner sobre un policía que viaja a una remota isla para investigar la desaparición de una niña; pero a medida que recorre la isla, descubre que sus habitantes adoran a antiguos dioses paganos; por lo que se verá envuelto en engaños psicológicos, seducción sexual, antiguas prácticas religiosas y rituales de sacrificio de pesadilla…
Film de culto británico, provocador y algo extraño, es un tratamiento cinematográfico que tratara sobre “lo oculto” pero que también es una historia de detectives… donde todo está impregnado de cierto toque onírico que la hace enormemente fascinante, atrayente e hipnotizante.
Es destacable que el guion tenga como idea central, el conflicto de ideas existente entre la religión cristiana y las prácticas paganas; por lo que Hardy y el guionista británico Anthony Shaffer, investigaron aspectos de las religiones paganas para hacer la película; y así, en vez de adaptar la novela, decidieron escribir una nueva historia, utilizando ciertos elementos de “Ritual”
Por ejemplo, Shaffer quería que la película fuera “un poco más alfabetizada” que la película de terror promedio; específicamente quería una película con un mínimo de violencia y sangre; ya que estaba cansado de ver películas de terror que se basaban casi por completo en las vísceras para dar miedo; por lo que el enfoque de la película se cristalizó cuando “finalmente dio con el concepto abstracto de sacrificio”
De esa manera, el director transmitió ese terror a la pantalla, a través de la sensación de aislamiento y paranoia que sufre el policía durante todo el metraje, algo que irá en gran aumento…
Técnicamente, este filme es “Folk Horror”, subgénero de terror que está caracterizado por sus referencias a cualquier tipo de tradición pagana, la mayoría de las veces, en el folclore europeo; temas que han desarrollado filmes como “The Witch” (2015), “The Apostle” (2018) o “Midsommar” (2019), donde el suspenso se mantiene a lo largo de la historia.
El reparto es bueno, sobre todo gracias a la participación de Lee, pero es Edward Woodward quien se lleva los halagos al interpretar a un policía recto, serio y ferviente cristiano, por lo que veremos cómo todos confabulan para romper esa fe; donde su lucha no será sólo contra esas personas tan peculiares, para él será algo espiritual, como es defender su moral cristiana.
Como dato, la idea del “hombre de mimbre” fue tomada de una frase de Gaius Julius Caesar de su “Commentāriī dē Bellō Gallicō”, una narración donde Caesar describe las batallas e intrigas que tuvieron lugar durante los 9 años que pasó luchando contra los pueblos celtas y germánicos de la Galia que se oponían a la conquista romana; afirmando que las tribus locales habían ejecutado a sus criminales más graves, quemándolos vivos en una enorme escultura en forma de hombre de ramitas tejidas…
Así, para Shaffer, esta fue “la imagen más alarmante e imponente que jamás había imaginado”
No olvidar otro elemento muy importante:
La banda sonora de Paul Giovanni e interpretado por Magnet que a menudo forma un componente importante de la narrativa, con canciones que acompañan a muchas escenas importantes, cuya investigación sobre la tradición popular oral en Inglaterra y Escocia.
Como dato de interés, la película también se basó en un grabado del mismo nombre de 1676; donde la gran mayoría de los ritos que mostraba, eran sacrificios humanos; no es casual entonces que muchos de los rituales que vemos en la película, son costumbres reales, escenas como:
El Festival de Mayo, La Danza Morris o la práctica de saltar sobre una hoguera…
Uno de los puntos positivos del film, y también de los más arriesgados, es enfrentar claramente a la religión católica con el sexo desenfrenado de una sociedad en la que todos follan a diestro y siniestro, pero con una finalidad...
También hay muchas escenas escandalosas, controversiales y hasta incómodas para cualquiera, en especial la canción sobre la hija del posadero y el ritual de seducción a cargo de Britt Ekland; y para achacarle algo, el policía es demasiado tonto o ingenuo, y resulta extraño que ante tantos acontecimientos raros, él no se dé cuenta que algo sucede… que él solo investigue un caso de desaparición, y que no pida ningún tipo de refuerzos.
También hay un exceso de canciones, aunque tal cosa llama poderosamente la atención en un film de terror.
Aun así, estos son males menores en una película enormemente fascinante, sugerente, morbosa y fuerte; y es que “The Wicker Man” es hija de su tiempo, por tanto hay que verla en perspectiva de su época y, sobre todo, desde el punto de vista del protagonista.
Si no consigues eso, la película no te parecerá gran cosa.
“Simplemente nunca entenderás la verdadera naturaleza del sacrificio”
RECOMENDADA.
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