Ayer vi “King Cobra” (2016) de Justin Kelly con James Franco, Alicia Silverstone, Molly Ringwald, Christian Slater, Garrett Clayton, Keegan Allen, entre otros. Drama basado en el asesinato del productor de vídeos porno gay, y fundador de Cobra Videos, Bryan Kocis, pero narrado desde la perspectiva de su estrella: Brent Corrigan. Entre cine independiente y cine amateur, la historia involucra los temas comunes de la temática gay, más las dosis de traición, ambición, envidia, codicia y asesinato... “puras virtudes”, además se agradece que no haya desnudos explícitos ni frontales, solo sugerentes; y tiene el mérito de haber reclutado un plantel de reconocidos actores para retratar a los personajes, aunque en el fondo, la historia descuida todo lo relacionado al mercado y la industria del video porno gay, que genera millones de dólares actualmente. Aquí no hay una opinión sobre lo que se cuenta, ni juicio moral sobre los acontecimientos, sino una mirada adulta sobre sus personajes y sus situaciones. ¿Acaso es una oda al porno gay casero, martirizando a su productor, y santificando a su descubrimiento? Del reparto, Garrett Clayton, salido de Disney, da en el clavo en su papel, lo hace creíble hasta en el amaneramiento, sin resultar patético ni excesivo; sorprende ver a Christian Slater en un papel arriesgado, para nada convencional, y lo hace muy convincente; mientras James Franco, creador de este proyecto, debería de una sola vez salir del armario ya; pues nuevamente demuestra lo fascinado que está por la pornografía gay, aunque según él: “Me gusta pensar que soy gay en mi arte, y heterosexual en mi vida” ¿Le creemos? Keegan Allen, cuyo personaje es el único que posee un “background” suficientemente fuerte para desatar el desenlace, no resulta muy convincente como actor. Por último: Alicia Silverstone y Molly Ringwald, están más de cameo que de reparto, totalmente desaprovechadas. Curiosamente, el mismo Brent Corrigan fue propuesto para interpretar un papel secundario, pero se negó y criticó a los cineastas por “bastardizar” su vida, al presentar un retrato inexacto del asesinato, y de su tiempo en la pornografía. Le doy la razón; la historia tiene material cinematográfico pero estuvo mal realizado. Lo más insultante debió ser el tema “Love Me Forever” basado en “Ave María” de Schubert que cierra la historia, y eso mi querido lector, es terrorismo extremista contra la música culta.
NO RECOMENDADA.
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas.
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