Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Alvaro Zamora Cubillo:
7
Aventuras. Thriller. Intriga. Cine negro Un piloto norteamericano regresa a Estambul a buscar un brazalete de diamantes que dejó escondido. Para su sorpresa, reencuentra a la novia a quien creía muerta. Ahora tiene dos valiosas joyas que recuperar. (FILMAFFINITY)
4 de mayo de 2018
Sé el primero en valorar esta crítica
Terminando de ver “Istanbul” (1957) de Joseph Pevney con Errol Flynn, Cornell Borchers, John Bentley, Torin Thatcher, Leif Erickson, Peggy Knudsen, Nat “King” Cole, entre otros. Cine negro y “remake” de “Singapur” (1947) que a diferencia del producto de estudio, éste aventaja por tener la gran ubicación cinematográfica del Cuerno de Oro; cuya trama sigue a un piloto estadounidense, accidentalmente involucrado con el contrabando de diamantes en Estambul; pero en el fondo es una historia de amor, con el contrabando, el suspense y la acción, siendo verdaderamente secundarios, donde el país exótico es la excusa para mostrar intriga y suspenso que a Hollywood tanto le encantaba hacer. Filmada en un maravilloso Tecnicolor, hay muy buenos momentos de cine negro que intentan generar el interés del espectador, junto con algunas tomas de la ciudad que le agregan sabor a la película. Esta fue la primera película que Errol Flynn hizo en Hollywood tras “Against All Flags” (1952), y todavía se nota que tenía talento, carisma y encanto sin esfuerzo, digno de una calidad de estrella innegable, que trasciende todo el deterioro que permitió que ocurriera por el alcoholismo que lo llevó a la quiebra, por lo que todo el dinero que ganó, se destinó al pago de sus deudas, pero no se recuperaría, pues el alcohol lo llevó a su muerte prematura 2 años después, por lo que vale rescatarlo al ser uno de los actores más subestimados en la historia del cine, lo cual es un verdadero crimen. Mientras la “femme fatale” que no es tanto, es la germana Cornell Borchers, desconocida por quien escribe, pero que hace un buen papel y tiene química con Flynn... ¿Quién no la tendría? Pero sobre todos ellos, la actuación del pianista del jazz, Nat “King” Cole, que es casi un cameo, es lo que eleva la historia a ser un filme romántico, en un pequeño papel que de pronto desaparece, pero no hay palabra negativa que se pueda decir sobre la forma en que acaricia la histórica canción “When I Fall In Love” que es algo digno de contemplar. La factura viene que la historia tiene muchas similitudes que recuerdan a LA OBRA MAESTRA “Casablanca” (1942), con personaje principal que echa de menos al amor perdido que reaparece un tiempo después con otro hombre, una canción maravillosa, los boletos aquí son reemplazados por los diamantes de contrabando, hay un inspector persiguiendo al personaje principal... y en la ejecución, llega a parecer tremendamente artificial y cliché para los estándares de hoy; pues no hay mucha profundidad en la relación entre los personajes principales, solo sugerencias que hubo algo profundo e intenso... al tiempo que queda en nada el paradero de Aziz Rakim, el que inició todo este periplo; y los villanos están bastante mal delineados… Sin embargo, el filme se deja ver desde lo romántico, por el poco metraje que no llega a los 90 minutos, y siente realmente “Cuando me enamoro…” toda la banda sonora es de colección.
RECOMENDADA.
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas
http://lecturascinematograficas.blogspot.com/
Alvaro Zamora Cubillo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow