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Voto de Alvaro Zamora Cubillo:
7
Comedia Un grupo de mujeres de la clase alta pasa la mayor parte del día entre salones de belleza y tiendas de ropa, siempre murmurando, con cotilleos y rumores. De repente, una de ellas descubre que su marido se ve a escondidas con una dependienta. Esta situación provoca un escándalo entre sus amigas, produciéndose diversas situaciones de celos, envidias y rumores. (FILMAFFINITY)
5 de mayo de 2021
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminando de ver “The Women” (1939) de George Cukor con Norma Shearer, Joan Crawford, Rosalind Russell, Mary Boland, Paulette Goddard, Joan Fontaine, Lucile Watson, Phyllis Povah, Virginia Weidler, Marjorie Main, Virginia Grey, Ruth Hussey, Muriel Hutchison, entre otros.

Comedia basada en la obra de teatro homónima de 1936, escrita por Clare Boothe Luce, sobre el divorcio, la malicia y la competencia en el círculo de “amigas”, un grupo de mujeres de la clase alta que pasa la mayor parte del día entre salones de belleza y tiendas de ropa, siempre murmurando, con cotilleos y rumores; y de repente, una de ellas descubre que su marido se ve a escondidas con una dependienta...

Esta situación provoca un escándalo entre sus amigas, produciéndose diversas situaciones de celos, envidias y rumores.

Si bien los hombres suelen ser el tema de sus animadas discusiones e impulsan la acción, nunca se los ve ni se los escucha; de hecho, el único momento en que los hombres están en esta película, es cuando las mujeres hablan de ellos.

Por ello este es un estudio de la vida y los enredos románticos de varias mujeres interconectadas; y aunque no recibió nominaciones al Premio Oscar, muchos críticos ahora la describen como “una de las películas más importantes de lo que fue un año estelar en la producción cinematográfica de Hollywood”

Esta es una “comedia de costumbres”, un subgénero dramático que describe con ironía y agudeza la vida cotidiana de una época o de una clase social concreta, por lo general, la clase media o burguesía, que cuestiona y comenta los modales y las convenciones sociales de una sociedad artificial enormemente sofisticada; donde la sátira de la moda, los modales y la perspectiva de la vida de las clases sociales, se realiza con personajes comunes.

Así se presenta como una ingeniosa trama de comedia relacionada generalmente sobre un escándalo, presentado temáticamente a través del diálogo ingenioso de los personajes.

George Cukor siempre tuvo esa reputación como “director de mujeres” y creo que esta película con el título obvio, probablemente es lo que le dio esa reputación; porque Cukor hace un trabajo increíble, al mantener todo y a cada una de las actrices en un enfoque nítido; al tiempo que la película continúa la tradición femenina de la obra, con todo el elenco de más de 130 papeles femeninos con dialogo, ambientada en los glamorosos apartamentos de la alta sociedad evocados por Cedric Gibbons; presenta un comentario ácido sobre las vidas mimadas y las luchas de poder de varias esposas ricas y aburridas, y otras mujeres con las que se encuentran...

Como se citó, a lo largo de la trama no se ve ni se escucha ni un solo personaje masculino; por lo que la atención al detalle fue tal, que incluso en accesorios como retratos, solo se representan figuras femeninas, y varios animales que aparecían como mascotas, también eran mujeres.

De ahínque la ausencia de los hombres tiene su propio tipo de implicación ética:

Es una especie de abandono, y la estructura de no-hombres del drama, es un comentario satírico sobre su distancia emocional; y en torno a este drama de duplicidad e infidelidad, Cukor crea un espectáculo brillante, interrumpido por los momentos de devastación emocional asombrosamente grave de la estrella, Norma Shearer.

Filmado en blanco y negro, asombrosamente incluye un desfile de moda de 6 minutos filmado en Technicolor, con los diseños más extravagantes de Adrian; a menudo cortado en proyecciones modernas; pero el guión es una maravilla, perversamente, despiadadamente divertido, de ritmo rápido, afilado como una navaja y lleno de inventivas memorables.

Quizás, una de las cosas más interesantes es la forma en que el director vincula el comportamiento de sus personajes a su estatus social; poseídos de un ocio absoluto y una riqueza considerable, sus energías se dirigen inevitablemente a la competencia por el último símbolo de estatus:

¡El hombre exitoso!

De ahí que Cukor nos permite simpatizar con Shearer y reírnos de Russell; pero también requiere que tengamos lástima de ellas, e indirectamente fomenta la admiración a regañadientes por la tortuosa Crawford y la astuta y bellísima Goddard, todos personajes considerablemente más autosuficientes.

En consecuencia, el filme no solo pinta un retrato venenoso y divertido de las mujeres como sexo, sino que también lleva un hacha a la sociedad que ha dado forma a sus personajes.

SIGO EN LA ZONA DE SPOILERS POR FALTA DE ESPACIO
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Alvaro Zamora Cubillo
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