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España España · BARCELONA
Voto de DIEGO:
6
Drama. Comedia Emmanuelle Blachey es una brillante ingeniera que ha conseguido escalar y finalmente entrar en el comité ejecutivo de su empresa, el gigante francés de la energía. Un día, una red de mujeres influyentes le propone ayuda para conquistar la dirección de una importante empresa que cotiza en bolsa. Esto la convertiría en la primera mujer en ocupar un puesto de tal calibre. Pero en las esferas aún dominadas por los hombres, los obstáculos de ... [+]
14 de septiembre de 2018
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante y sobria película sobre las batallas que libran los CEO más cualificados para acceder a las altas esferas directivas de las grandes empresas. La verdad es que me hace gracia que desde hace relativamente poco tiempo se venga utilizando en España este término anglosajón. Pero ¿a que queda bien responder CEO para señalar cuál es tu profesión?, sobre todo cuando quien te pregunta no tiene ni idea de lo que eso significa. Yo sería partidario de contestar Chief Executive Officer, ¿a que queda más claro?, y más distinguido también; a mí todo esto me parece ridículo, pero hay tantas cosas ya... El caso es que la peli, muy sobriamente filmada y tratada, como decía, versa sobre la jungla humana que debe atravesarse para acceder a los grandes puestos ejecutivos de esa clase de macroempresas que hasta ponen y quitan gobiernos y/o cooperan con ellos: el poder, el del dinero quiero decir, obviamente. En esta película cobra especial interés la figura de la mujer como competidora para ocupar ese escalafón, en realidad ese es el argumento central. Sin embargo, pienso que en una guerra abierta para conquistar el poder de unos pocos sobre millones de personas, poco importa el género del CEO que traicione, corrompa, coaccione, compre, venda, malverse o deslegitime para llegar a ser el número uno. Qué más da el sexo de quien utilice sus armas para atribuirse el paradigma del triunfador: poder, sexo y dinero. Hay que lograr el triplete para ser un dios terrenal, si careces de un solo elemento ya has fracasado. Hay quien nace para mandar y nadie para ser mandado, aunque los segundos o nunca se plantearon la primera opción, o fueron defenestrados antes de llegar a los despachos de mando por otros mejor situados. Como se puede apreciar, la película no se corta a la hora de poner en juego las cartas sobre la mesa para mostrar lo que hay, la película no es maniquea porque no puede serlo, hombres y mujeres calzan las mismas botas, y las armas de la batalla pueden ser diferentes pero aniquilan igualmente por la espalda, aquí no hay buenas y malos. Francamente, no sé cuál era la intención de la directora al comenzar a rodar, pero, desde mi punto de vista, no ha logrado escenificar el feminisno, aunque exista como eje central, lo que ha logrado es retratar una vez más a los esbirros, hombres y mujeres, del capitalismo más salvaje en el que nos movemos últimamente. Me ha gustado la figura del padre de la estupenda Emmanuelle Devos, la protagonista, como contrapunto a la historia, un profesor de filosofía, ya de vuelta, que se mira la escalada de su hija en un silencio comprensivo de padre, una subtrama algo tópica que no obstante le va muy bien al film para desengrasar tanta mala leche.

El caso es que la película pone de relieve muchos elementos en los que pensar, lo que siempre es bien recibido. Y una vez más mi agradecimiento al cine francés por su alta producción de películas de nivel medio alto; también es cierto que en Francia se encuentra más dinero para hacer cine y la prioridad cultural es más alta.

Poder, sexo y dinero, y no lo digo yo, lo dicen los protagonistas de "Numéro Une", y casi se matan por echarse en cara entre ellos no poseer uno de los tres preciados títulos.
DIEGO
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