Película rusa que mezcla terror y ciencia ficción, y que es la ópera prima de su director. Protagonizada por Oksana Akinshina (Quiet Comes the Dawn, 2019), y Fedor Bondarchuk (El Almirante, 2008).

El único superviviente de un enigmático incidente de una nave espacial no ha regresado solo a casa, escondiéndose dentro de su cuerpo una criatura peligrosa.

La película no logra despegarse, sobretodo en su primera mitad, donde mantiene al espectador con curiosidad por el misterio que nos presentan, de su clara inspiración en la gran Alien: El Octavo Pasajero (Ridley Scott, 1979), sin conseguir, ni de lejos, causar la tensión de la obra maestra, y con una criatura antagonista, que sobre ser interesante, tampoco consigue para nada hacerle sombra al xenomorfo. En su segunda parte, encontramos más acción, muy bien llevada a cabo, y un desarrollo del alien de turno que deja algunas incongruencias bastante importantes, pero que se deben perdonar en pro de la diversión, además, la actuación en el papel protagonista interpretado por Oksana Akinshina, resulta bastante inexpresivo y falto de carisma, notándose especialmente en el último tramo del film donde se requiere algo más de su personaje.

Sputnik es la versión rusa de Alien, siendo mucho inferior a esta, pero no por ello deja de ser una propuesta disfrutable pese a sus defectos, que gustará en especial a aquellos fans del terror espacial que encuentran muy pocas propuestas de este tipo.

Nota personal 6/10