Quien necesite ver la vida como realmente es que no la busque en una película, las películas son una representación de la vida basada en imágenes visuales y sonoras, el oído y los ojos cumplen un papel importante, no así el olfato, el tacto ni el gusto.

Aclarado esto ya sabiendo que estamos ante un producto artístico tomemos en cuenta que tiene formas y contenido. Todo puede ser discutido y puesto en tela de juicio.

La forma es extraña, se aleja de una representación "natural" los actores se comportan como tales, son actores representando a personas que pasan por circunstancias particulares.

Su modo de actuar siempre nos recuerda que se trata de una ficción, de una representación no fiel, hay como una "coreografía" sin música, los actores giran, se ubican en posiciones para la "foto" no danzan pero hacen algo parecido, cambian de sillas, de posición, se sientan, se paran, curiosamente nunca dejamos de verlos actuar pero es como si ellos no necesitaran confirmar con sus ojos la presencia de sus partenaires, todo muy teatral y fotográfico.

Te puede gustar o disgustar ¿cómo cambiarlo? a mi me extrañó pero entré en complicidad con el director y me dije, bueno si el quiere que sea así, que así sea y así hasta me divirtió. ¡Que educaditos todos! ¡Qué contenidos! debe ser por el frío dinamarqués.

El contenido es otro embrollo pero si lo tomas como poesía, también se puede digerir.

Doña Gertrud tenía atravesado, en su complicado cerebro, una serie de ideas muy pero muy idealistas, en el sentido filosófico. Ella no pensaba desde la realidad sino que la realidad debería acomodarse a como ella la pensaba. No era una señora muy práctica.

Los diálogos de los subtítulos tenían elegancia y eran interesantes, que se yo en danés.

Para mí la película vale la pena verla, advertidos de que es un producto extraño. Con un pesimismo que puede desesperar a más de uno.