Me gusto mucho la primer parte, que después de verla en “Filmaffinity” me entere que era una remake de una película francesa.
En esta secuela, aparecen los coloridos personajes napolitanos y milaneses, pero el guion es insostenible y el humor es muy infantil.
Me gusta siempre rescatar algo de toda película, por más que sea mala o rutinaria, en esta cinta podemos quedarnos con la gran rivalidad norte - sur que existe en Italia, esta vez vista desde la ciudad de Milán, además de mostrarnos de diferentes costumbres lugareñas.
Para un argentino que tiene la cultura italiana metida en las entrañas, no se siente ajeno a los “personajes” que son estos "tanos", porque tenemos uno de esos, en cada esquina de Rosario.