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Santo Tomé y Príncipe Santo Tomé y Príncipe · São João dos Angolares
Voto de DrJuve:
7
Comedia. Ciencia ficción Treinta y ocho años después de la Copa del Mundo de 1950, un hombre vuelve en el tiempo para impedir el gol que derrotó a Brasil, destruyó sus sueños de infancia y acabó con la carrera del arquero Barbosa. (FILMAFFINITY)
9 de febrero de 2012
15 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al hablar de fútbol, siempre se dice que la posición más ingrata para jugar es la de portero, puedes ser la figura y héroe del partido por 89 minutos y si en un desliz del destino te equivocas y recibes un gol “tonto”, serás el villano, el principal culpable de la derrota.
Moacir Barbosa es el ejemplo máximo de esta conjetura en la historia del fútbol, se inició como jugador de campo, pero su pereza para correr lo obligó a escoger una posición más “tranquila”, con el Vasco da Gama gana 5 campeonatos cariocas y la Copa Libertadores de la época, esto lo llevaría a asegurarse la titularidad de la selección brasileña, y en 1949 consigue alzarse con la Copa América (entonces Sudamericano). Todo iba sobre rieles y el siguiente año jugaría la Copa Mundial en casa.

Comienza el Mundial y Brasil es el gran favorito, golea a quien se le ponga enfrente y llega a la final ante un Uruguay que tuvo dificultades para alcanzar dicha instancia, son más de 170.000 espectadores, Brasil sale campeón incluso con un empate, el triunfalismo es exagerado, miles de camisetas vendidas con la inscripción de “Brasil Campeón Mundial 1950”, los diarios ya publicaron la victoria, se acuñaron monedas conmemorativas, la fiesta estaba lista, incluso el presidente de la FIFA Jules Rimet, estaba convencido de la victoria local debido al ambiente triunfalista y en el bolsillo de su saco llevaba un discurso en homenaje a los “campeones brasileños”, escrito en portugués.

Brasil comienza el partido y tiene dominada la situación, tiene muchas llegadas sobre el arquero uruguayo Máspoli y son pocos los ataques que preocupan a Barbosa, apenas comenzado el segundo tiempo Brasil anota, la victoria está en el bolsillo, Uruguay empata al minuto 21 y la fiesta continúa, Brasil sigue siendo campeón, pero llega el minuto 34, Ghiggia aparenta lanzar un centro, saca un remate al arco que Barbosa no puede detener. Miles de incrédulos callan al instante, minutos después acaba el partido, los uruguayos festejan y esperan las notas de su himno nacional, pero la banda no recibió nunca la partitura, en otra muestra de ciego triunfalismo.

El escritor uruguayo Eduardo Galeano escribe: “Los moribundos demoraron su muerte y los bebés apresuraron su nacimiento. Río de Janeiro, 16 de julio de 1950, estadio Maracaná: la noche anterior, nadie podía dormir; y la mañana siguiente, nadie quería despertar”.

Barbosa es elegido paradójicamente “mejor portero del torneo”, pero su suerte ya estaba echada, sería el chivo expiatorio de la derrota, el primer portero de raza negra de su selección declararía alguna vez: “la pena máxima en Brasil por un delito son treinta años, pero yo he cumplido condena durante toda mi vida por lo que hice”. Barbosa fallece el año 2000, olvidado y en la pobreza.
Afirmó que aquel día de julio de 1950 no sería el peor de su vida, el peor fue cuando una madre lo señaló con el índice diciéndole a su pequeña hija “Ese fue el hombre que hizo llorar a todo Brasil”.

Dr.Juventus
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
DrJuve
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