Lo primero que hice antes de ver este documental fue mentalizarme para verlo objetivamente, sin que en mi influya la antipatía que puedo sentir hacia Hugo Chávez Frías.

La verdad hay que decirla, y debo confesar que las imágenes vistas fueron una sorpresa para mi, los canales de cable o no las tuvieron o no las quisieron mostrar y es que este no es un documental chavista o antichavista, imperialista o antiimperialista, es un trabajo imparcial que desnuda a los medios de comunicación y demuestra que lo que vemos, lo que creemos, es muchas veces lo que ellos quieren hacernos creer, ya lo decía Joseph Goebbels, el ministro de propaganda nazi: “Una mentira mil veces repetida... se transforma en verdad”. Claro que tampoco tengo dudas de que si el canal estatal venezolano hubiese seguido transmitiendo, con seguridad habría jugado la misma carta: la mentira.

Hugo Chávez con su limitado coeficiente intelectual, se basa en las imágenes de este trabajo para ir acabando poco a poco con la libertad de prensa de su país.
Por suerte el poder no es eterno, a pesar de que algún amigo venezolano me dijo alguna vez:
-¿Sabes cómo le llaman a Hugo Chávez?,
Cuarto polvo.
-¿Por qué?
-Porque todos quieren botarlo pero nadie puede.
Dr.Juventus