El nivel de los crímenes que se suceden a lo largo de esta película parecen americanos más que europeos. Asimismo reúne demasiados tópicos policiales y acaba resultando sórdido el mundo en que se mueven los policías franceses.
El mensaje que se repite una y otra vez es que la vida no deja de dar vueltas y aparecen ante ti los asuntos pendientes más pronto que tarde. La otra idea que plantea la película es que la vida no es perfecta ni justa. No siempre triunfan las personas honestas y trabajadoras. Habitualmente promocionan personas menos profesionales pero que saben manejarse en aguas turbias.
Historia aceptable, que te mantiene atento a la pantalla, aunque dibuja unos personajes buenos y malos demasiado evidentes, tomando partido en cada momento por el espectador, sin dejar resquicios para la duda ni para el debate. La interpretación de ambos protagonistas muy buena. Quizá hayan maquillado en exceso a Depardieu.