Correcta película de aventuras y cruentas batallas en torno a la figura mítica del Rey Arturo, que pretende desmarcarse de la leyenda hollywoodiense medieval para ser más fiel a los relatos artúricos que sitúan al héroe en la época de la caída del Imperio Romano de Occidente. Guarda un cierto parecido estético y argumental con Gladiator, no en vano comparten el mismo guionista, aunque ésta la considero inferior a la oscarizada película de Ridley Scott. Aunque no aburre a pesar de su largo metraje, el ritmo y la dinámica se pierden con frecuencia a lo largo del film. Asimismo, un gran error es la nula química existente entre Arturo y Lancelot, lo cual lleva a situaciones absurdas, casi hilarantes, cada vez que sacan a relucir una amistad que en realidad no puede apreciar el espectador. En resumen, no está mal pero es un producto muy mejorable.