La última joyita de terror protagonizada por Kevin Bacon es insostenible. Este no es el camino que debe tomar el terror, es involucionar. En el último año y medio hemos tenido productos bastantes correctos y buenos dentro del género, pero esto no.

Clichés de los más truchos, jumpscares innecesarios y fuera de contexto, ruidos fuertes, screamers… lo tiene todo. No falta el argumento clásico de poséidos, esta vez un pendejo pelotudo entra a una caverna y es poseido por un grupo de indios… sí señores, de indios.

Toda la película es una mezcla pedorra de Poltergeist, Indidious, el Conjuro, The Vwitch, It Follows. Bien clichera al estilo el padre de familia que no cree lo que está pasando, la madre que quiere buscar a un chamán, y los hijos histéricos que se asustan por cualquier cosa.

Pero el final es lo mejor señores, a Kevin Bacon le agarra el ataque de credibilidad de la situación espiritista y se enfrenta a estos indios… se enfrenta con Nigthwolf.

Más en:
http://cinefrikiyvideojuegos.com/