Siete amigos que lo son desde hace años (tres parejas y un soltero) se reencuentran en una cena en la que deciden jugar a un juego de mierda: ponen sus smartphone sobre la mesa y al grito de “no tenemos nada que ocultar”, deciden compartir los mensajes y las llamadas que cada uno de ellos reciba durante la noche, en una especie de "verdad o consecuencia".

Película italiana que se defiende muy bien a nivel actoral, la primer parte está buenísima, pero cuando vamos avanzando en el juego se vuelve un poco predecible, y en algunos casos bastante hilarante, aunque el caos es a propósito, pues se termina yendo todo muy a la mierda, obviamente.

Otra cosa que no me gustó fue su final, mostrando algo que no hacía falta, ya que es preferible que se lo imagine el espectador, porque aparte es re obvio.

Sin embargo, es entretenida, engancha, y tiene tono fresco. Muestra la lacra que somos realmente.

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