Siempre había querido escribir una crítica de 2001 porque me parece única, una de esas películas que sabes que es muy difícil que puedas volver a descubrir. No vas a llorar mientras la ves, tampoco te vas a reír, y tampoco van aflorar tus emociones; eso sí, al visualizar los créditos mientras escuchas el danubio azul sentirás que habrás asistido a una lección de cine de un grande, o en su defecto como muchas otras personas, te sentirás estafado. En mi caso tuve la suerte de disfrutar la película.

Uno de sus pocos defectos es su excesiva duración, con algunas partes que se podrían haber resumido y que hace que la película pierda el interés por momentos. Sin embargo, las maravillosas escenas espaciales que parecen más propias de un documental son un acierto, que junto con la música componen uno de los principales atractivos de la película.

También decir que no es una película solo para espectadores muy cinéfilos. Yo nunca he visto nada de Dreyer o Tarkovsky mismamente, y no creo que lo haga porque estoy muy alejado de ese cine, pero 2001 es una película que puede encajar perfectamente en cualquier persona que le guste mínimamente el cine.

Es una película adulta, que a medida que pase el tiempo más la valorarás, y que deja huella en el cine de ciencia ficción posterior.

Creo firmemente que es la mejor película de Kubrick junto con Barry Lyndon, que es algo más convencional, y eso es decir mucho.

Como conclusión final decir que para mí es sin duda la mejor película de ciencia ficción jamás filmada e invitar a todos aquellos que no la hayan visto que se adentren en el espacio y encuentren la magia de 2001.