Nolan nos regala de nuevo otra película de grandes imágenes y con su sello personal, el juego con tiempo y el espacio. Una película soñada, y nunca mejor dicho.

Personalmente me parece una barbaridad ya que además, tiene todos los componentes para tener éxito, pero con una calidad excepcional en cuanto al contenido y las reflexiones que podemos sacar tras su visionado.

Una maravilla que ha lanzado a la fama, más aún, a uno de los directores más esperados cada vez que empieza un rodaje.

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