Un hombre alquila un piso en el que pronto se encontrará con una extraña e inesperada presencia, en forma de mujer.
Amable comedia romántica, con toques paranormales, que sigue los esquemas tradicionales en el que chico conoce chica, chocan, se repelen y paulatinamente deriva en un afecto mutuo.
Tiene un comienzo prometedor, donde se presentan las manías y fobias de los personajes principales, ofreciendo con humor, el choque que se produce entre dos personalidades opuestas y de las extrañas circunstancias que les rodean.
Se apoya en las premisas tradicionales del cine relacionado con lo paranormal, para dar un cambio vertiginoso y conducir la trama por los senderos de la comedia, en la que funcionan los gags, ofreciendo un ritmo dinámico al que le sigue un tono desenfadado, que hace agradable la trama.
Cuenta en su reparto, con la que pretende ser la nueva reina de la comedia romántica Reesse Whiterspoon, con su sonrisa y mirada angelical y un Mark Ruffalo correcto, que logran transmitir la química que surge entre sus personajes.
No abusa del empleo de efectos especiales y cuando estos son necesarios, la trama se apoya en unos sencillos y logrados trucajes visuales, que resultan convincentes.
La relación y entendimiento que va surgiendo entre los dos personajes, se desarrolla de una forma fluida, logrando presentar las carencias y anhelos de cada uno de ellos.
Consigue desarrollar una historia de amor convincente, apoyándose en un relato paranormal, que emociona y divierte en muchos momentos.
Indudablemente, gran parte del relato se apoya en lo paranormal y lo que cuenta resulta inverosímil, pero la magia del cine hace que sea posible y como bien dice el titulo, ojalá fuera cierto.