Una joven va a pasar unos días relajados a la casa de una buena amiga, pero la paz del lugar se tornará en pesadilla y comenzará una lucha por la vida, ya que un psicópata se encuentra cerca.
La historia resulta como un castillo de naipes, comienza a construirse a partir del suspense para posteriormente estallar en un ejercicio de violencia y máxima tensión.
En un abrir y cerrar de ojos la armonía se rompe, para dar paso a una serie de ataques brutales que continúan en una persecución en la que apenas habrá tiempo para tomar aire.
El castillo de naipes sigue creciendo alrededor de las bases del terror y el suspense, acompañados por secuencias sanguinolentas, para finalmente descalabrarse con un final que resulta forzado y poco creíble.
Para muchos resultará sorprendente, pero no deja de ser engañoso y tramposo, en un intento de ser original, estropea el camino recorrido hasta ese momento, una lástima.
Un castillo de naipes que se derrumba hacia el final.