El sheriff de una localidad acaba de contraer matrimonio, pero pronto llega el rumor de que un antiguo criminal, que fue arrestado por el sheriff, planea volver con intenciones de vengarse.
Los planes del sheriff son los de abandonar su responsabilidad y viajar con su esposa, pero los acontecimientos harán que decida quedarse para hacer frente a las amenazas y dejar de huir.
Tratará de reunir a los hombres necesarios para que le apoyen en la defensa del pueblo, pero pronto descubrirá que no tiene el apoyo de nadie y que tendrá que resolver los asuntos por su cuenta.
La historia presenta la figura de un hombre integro, lleno de valores, dispuesto a afrontar los peligros y riesgos, sin dejarse sobornar ni embaucar por el terror y la sombra de la amenaza.
Cuenta con Cary Cooper en el papel protagonista, que ofrece una de sus mejores interpretaciones, llena de contención, serenidad y calma ante el peligro. Presenta el deterioro de su personaje, a través de la perdida de esperanza y muestra la capacidad de asumir que debe afrontar los hechos y plantar cara a la adversidad.
El tiempo pasa inexorablemente y la hora de la verdad se encuentra próxima, Fred Zinnemann maneja con pulso el ritmo, haciendo palpable la soledad del personaje ofreciendo encuadres desoladores del sheriff vagando por las calles desiertas.
La memorable banda sonora acompaña en cada paso que da el personaje y recuerda como las manillas del reloj avanzan hacia el duelo fatal.
Tras su placa, hay un hombre de honor inquebrantable, que recuerda que aunque la sociedad nos de la espalda, debemos luchar por lo que creemos justo y hacer frente a nuestros temores.