Lo que podría ser una historia de terror, acaba resultando una historia de amor eterna.
Sorprende desde un comienzo, ya que apenas en unos minutos nos encontramos con una situación poco habitual. Donde la protagonista escoge una casa, a pesar de que el vendedor no se la menciona. Decidiendo quedarse con la casa ignorando las recomendaciones del vendedor de no hacerse con ella, ya que en su interior ocurren cosas, que han hecho que otras personas la abandonaran.
La mujer, se presenta fuerte y llena de carácter, tanto es así, que en lugar de asustarse por los sonidos extraños. Toma la determinación de plantar cara a los posibles fantasmas y les dice que a ella no le van a amedrentar.
Entonces somos testigos de la aparición del fantasma de la casa, y curiosamente, terminan hablando y plantando condiciones de convivencia. Lo cual resulta de lo más cómico y sorprendente. La historia se desarrolla con ligereza, y el fantasma gruñón del comienzo, empieza a resultar más cercano. Tanto es así que llega a surgir un sentimiento entre los dos. El tiempo dirá si un fantasma puede amar a un ser vivo.