Desde que Walt Disney estrenara en 1937 "Blancanieves y los siete enanitos", la animación ha sufrido una enorme evolución. Dejando de ser considerado un género infantil, para convertirse en una técnica capaz de crear películas profundas y complejas. Es el caso de películas como "Anomalisa" o "El congreso", que aprovechan las diferencias con el cine tradicional para contar historias desde otra perspectiva.

Sin embargo, no todo se reduce a estos dos extremos. En los ultimos años, "Pixar" ha logrado crear películas que unan estos dos públicos. Historias que bajo su apariencia infantil resultan suficientemente profundas para enganchar a los espectadores adultos.

Con esta idea surge "Ozzy", la nueva película de animación que llega el próximo 14 de octubre a los cines españoles. Una coproducción española-canadiense donde los perros se convierten en los protagonistas de una cinta llena de aventura, acción y amistad.

No es la primer vez que vemos a mascotas tomando el papel protagonista, y seguramente no sea la última. Si bien es cierto que es un terreno quizás demasiado explotado, Ozzy tiene personalidad propia, capaz de evitar comparaciones innecesarias. Unos buenos personajes, una trama novedosa y un mensaje que no deja indiferente, son los puntos fuertes de la cinta.

Es una película entretenida, de eso no hay ninguna duda, pero se queda coja emocionalmente. Las sensaciones no se transmiten, sino que se describen. Por lo que nunca llegamos a sumergirnos totalmente en la historia. Una mayor profundización en los personajes principales podría haber ayudado a empatizar más con estas fieles mascotas, y dotar a la trama de un mayor peso emocional.

Un comienzo demasiado largo es otro punto en contra, dado que empeora lo que posteriormente se convierte en una buena película carcelaria. Demasiado minutos presentando a una familia que podría aparecer más como concepto que como personajes. Esto nos recuerda al niño de "Toy Story", el cual hace apariciones fugaces en la película, por lo que su presencia se reduce a los sentimientos que genera en los personajes. En "Ozzy" se abusa de los recursos fáciles para contar la historia.

"Ozzy" es la mascota que todos querríamos tener. Un perro cariñoso, juguetón y con unos fuertes valores que dan a la película una personalidad propia. Mezclar algo tan tierno como una mascota, con algo tan duro como la cárcel, dota de carácter a la historia. La cinta nos muestra como las diferencias entre "buenos" y "malos" no son tantas. Son las circunstancias las que pueden hacer que te pierdas a ti mismo.Seguir fiel a tus propias convicciones en momentos adversos resulta más beneficioso que buscar la solución más fácil.

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