Román Polanski nos deleita con un thriller dirigido con una técnica indiscutible, con grandes dosis de intriga y una historía de política con una maestría sobresaliente. Un escritor de poca monta, dedicado a hacer de diana de otros, es contratado para dirigir la biografía de un exprimer ministro británico, laborista para mas señas. ¿Hace falta decir a quién hace referencia Polanski en esta obra maestra?. En el corto transcurso del conocimiento del personaje sobre quién debe escribir, descubre actuaciones que cambiarán el curso de su vida.
Siendo sinceros, se agradece que con una cartelera actual en general tan insustancial, con docenas de pseudopelículas de usar y tirar, a ofrecernos una película con el telón de fondo de denuncia política. El film de Polanski llega a unos niveles de calidad insuperables que recuerdan a los mejores thrillers del cine negro, todo ello aderezado con un entorno opresivo y bello y un planteamiento sencillo que alcanza cotas de desasosiego brutales. Las interpretaciones son mas que correctas, Ewan MGregor que casi siempre nos regala trabajos muy dignos, insisto casi siempre, pero en esta ocasión transmite al espectador su angustia por la situación que le acarrea el haber aceptado redactar las memorias del exprimer ministro británico. En cuanto a Pierce Brosnan realiza una actuación un tanto histriónica y que en parte defrauda ya que tiene un papel importante y no logra lucirse. Destaco especialmente el papel interpretado por el gran actor británico Tom Wilkinson, personaje oscuro y siniestro pero a la vez condescendiente y con buenos modales, que no hacen sino enmascarar las maldades que le rodean como un auténtico indeseable y malévolo conspirador. En definitiva esta es una obra maestra de visión obligada, quizás con pequeñas lagunas en la interpretación de algunos actores, Pero aun así, ¿Hay alguien perfecto?.