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Voto de catpeople:
9
Drama. Comedia. Romance Teherán, 1958. Desde que se rompió su amado violín, Nasser Ali Khan, uno de los músicos más famosos de su época, ya no tiene ganas de vivir. Al no encontrar un instrumento digno de sustituirlo, decide meterse en la cama y aguardar la muerte. Durante los ochos días de espera, se sume en ensoñaciones melancólicas y alegres que le llevan a su juventud, a hablar con Azrael, el Ángel de la Muerte, y que le revelan el futuro de sus hijos. A ... [+]
7 de mayo de 2013
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los detractores de esta bella película siempre opinan lo mismo: "copia el estilo de Amelie". Una crítica bastante absurda y facilona, ya que si bien Jeunet, con "Delicatessen" creó un estilo propio a la hora de contar una historia en celuloide a modo de cuento para adultos, ¿se puede decir entonces que De Sica en "Ladrón de bicicletas" plagia en su estilo a "Roma, ciudad abierta" de Rossellini? Definitivamente ... NO. El neorrealismo italiano es un estilo que tiene espacio más que suficiente para las dos, y para muchas más.
"Pollo con ciruelas" es una bella historia que bien podría utilizar Sherezade para encandilar al sultán una noche más e impedir que le cortase la cabeza. Los directores nos cuentan la historia de Nasser Alí, el mejor violinista del mundo, que tras perder su violín y con él el sentido de vivir, decide encerrarse en su habitación a esperar a que Azrael, el ángel de la muerte, se lo lleve. Pero las horas encerrado en su dormitorio son largas y dejan mucho tiempo para pensar y hacer balance del pasado, de los acontecimientos más importantes de su vida, y sobre todo de ese amor imposible que le marcó para siempre. En definitiva, Marjane Satrapi (que ya deslumbró con la adaptación de otro de sus comics "Persépolis") y Vincent Paronnaud son unos cocineros lo suficientemente hábiles para elaborar un plato tan especial; la espléndida música de Olivier Berne y la exquisita fotografía de Christophe Beaucarne dan a este guiso un aspecto onírico y naif que entra por los ojos, y el aderezo presente en actores como Mathieu Almaric y María de Medeiros proporcionan el exquisito sabor agridulce que la historia requiere, evitando convertir este suculento manjar en un pastel empalagoso.

Lo mejor: La solvencia para mezclar hechos y sentimientos reales con otros de corte fantástico y onírico, muy propio del realismo mágico.
Lo peor: Las absurdas comparaciones con el cine de Jean Pierre Jeunet.
catpeople
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