Sí hay algo que me ha quedado claro, es que film de culto no equivale a cine de calidad, y éste es por desgracia, el único tributo que nos concede “El Clan de los Sicilianos”, una cinta un tanto sobrevalorada para lo que ofrece, que pese a que no está mal, no es ni mucho menos lo que pudo ser.

El film empieza de forma interesante, su arranque es fuerte, interesante y consistente, su primera hora es bastante llevadera, donde seguimos las investigaciones de la policía en atrapar al personaje de Alain Delon, un brutal asesino que se ha aliado con una familia mafiosa de Sicilia para efectuar un robo de joyas durante su traslado en avión.

Es precisamente donde se ve mayormente lastrado el film, con la ejecución de dicho robo, se hace demasiado monótono, confuso y demasiado largo, tanto que llega a aburrir. Estamos ante uno de esos bastante habituales caso donde la película hubiera ganado muchos enteros si le hubieran restado un metraje considerable, pues va haciendo rodeos en múltiples escenas donde con una sola hubiera bastado para saber qué trata de expresar su director.

Toda esta serie de insensateces hace que estemos ante un film que a la larga, tiende hacia el mayor soponcio, intenta ser dinámico, pero no lo consigue. Además hay una falta descarada de intensidad, el film se sigue, sin más, dejándonos con el mismo sabor de boca que cuando empieza, algo imperdonable en el género. Tampoco hay demasiados sobresaltos o giros inesperados, todo se vuelve demasiado previsible, se sigue con poco interés.

Donde la cosa ya mejora es en su elenco de actores con un carismático Alain Delon y un más que creíble Lino Ventura. Pero quien se lleva la palma es Jean Gabin gracias a su considerable presencia como el capo de la mafia siciliana.

Todo el resto de elementos son de buena factura técnica, pero eso no quita que el film fracasa estrepitosamente en lo principal, en ofrecer un thriller policíaco y criminal con una digna tensión y dinamismo. Un menor metraje le hubiera hecho ganar muchos enteros.