Curtis Hanson, un cineasta que no necesita ningún tipo de presentación, pues su talento en el cine ya quedó patente con su póstuma obra maestra "L.A Confidential" y la muy notable "Jóvenes Prodigiosos", se atrevió a hacer una cinta donde intentaba sumergir al espectador en un mundo, para muchos, desconocido, lleno de desgracias y conflictos. Hanson nos mete en la cultura de la subcultura.

Hanson imprime su sello al tratar de mostrarnos un mundo de lo más sórdido y difícil del cual resulta muy complicado de salir, únicamente aquellos con talento y deseosos de seguir hacia adelante consiguen avanzar para llevar una vida normal, alejada de un submundo que pese al gran respeto que sienten por el hip-hop, está lleno de desgracias, pobreza e incultura.

El cineasta consigue sumergir al espectador, no únicamente gracias a su habilidad si no al buen hacer de su reparto, Eminem consigue dotar de gran credibilidad a su personaje, al igual que sus compañeros de reparto y Kim Basinger consigue una muy solvente actuación.

Sin embargo, la película, como drama, no acaba de funcionar, posee altibajos que hacen que por momentos sea muy interesante adentrarse en ese mundo lleno de matices y por otro se hace a veces demasiado tedioso, rozando un poco lo aburrido. Aún así, la recreación de el tipo de vida que trata de plasmar Hanson es muy creíble y digno de alabar, pese a sus flauqezas en montaje y estructura.

Lo que sí resulta verdaderamente brillante son los duelos de rap que acontecen, sobre todo el final, donde el personaje de Eminem emplea como arma sus própias debilidades y las pone en contra de sus adversarios.

Estamos ante un dramón correcto, únicamente pasable, pero la cinta gana por momentos al mostrarnos el mundo en el que viven los personajes, que resulta ser de lo más interesante, y por sus batallas de rap, que pese a no ser ningún aficionado a esa música, se ve con gran soltura e interés.