Estamos frente a una muy buena película que debido a su temática, ha pasado a un segundo plano y por desgracia, ha sido olvidada e ignorada por muchos.

Su historia es muy sencilla, de hecho la cinta no huye de su condición de "road movie" La trama nos sitúa ante un es agente de polícia y corredor de carreras con un pasado de lo más oscuro y turbio (Barry Newman) que se propone como reto personal llegar a San Francisco con su coche en 15 horas. Esta película recobró parte de su fuerza y conocimiento gracias al homenaje de Tarantino le hacía en su film "Death Proof" empleando el mísmo modelo de coche.

A lo largo de su viaje, el protagonista se cruzará con un grupo de personajes como él de lo más atípico que son representaciones y alegatos a la libertad de expresión y a las nuevas tendéncias, por lo tanto, el mensaje de denúncia ante el lado más conservador de EUA está muy vigente durante todo el transcurso del metraje.

No sólo ofrece una denúncia bastante mordaz, si no que a mí gusto, lo hace mucho mucho mejor que largometrajes más reconocidos como "Easy Reader", de Dennis Hopper, siendo en la cinta que nos ocupa esta crítica mucho más directa en su mensaje de denúncia hacia la intoleráncia.

Por si fuera poco, la película viene acompañada de grandes y espectaculares persecuciones que mantendrá el protagonista con la polícia. También goza de una gozosa fotografía y una no menos brillante banda sonora, plagada de temas para el recuerdo.

No cabe duda de que estamos ante una película de lo más notable, plagada de buenas intenciones, mostradas con gran sencillez y naturalidad y solapada con grandes persecuciones. Muy recomendable, pues aquél que sólo busque carreras de coches se llevará una sorpresa.