Nunca me ha desagradado Steven Soderbergh, es un cineasta que se atreve a hacer las obras que quiere y les imprime un sello de calidad indiscutible. Aún así, este producto peca de nuevo en la mayor flaqueza de Soderbergh, patente en toda su filmografía: su falta de profundidad.

El cineasta dota de un interés considerable a su obra, en gran parte gracias a su soberbia ambientación de las películas de cine negro de los años cuarenta, pues imita a la perfección esos clásicos de antaño dorigidos por Curtiz o Huston,sin embargo, ese es el punto que hace que podamos sebguir viendo la película. Ya que ese titánico esfuerzo de imitar un film de época es la estratagema ideal para evitar las considerables debilidades del film.

Hablo de que estamos ante un thriller puramente convencional, no tiene absolutamente nada que lo haga especial o diferente al resto o que haga que pueda ser recordado. Como ya he dicho, Soderbergh tiene un gran problema en dotar de personalidad y profundidad a la trama y a sus personajes, haciendo que tengamos la sensación de presenciar una historia hueca, vacía de contenido alguno. Lo mísmo pasa con sus personajes, ya que están minímamente trabajados. No está mal la labor de Maguire, en un cambio de registro que ya le iba siendo hora, lástima que su intervención se nos antoje corta. Y Blanchett, por desgracia, no tiene la oportunidad de demostrar lo buena que es.

La película es un claro homenaje al film de "Casablanca" ya que la relación de Clooney con Blanchett desprende una familiaridad descarada con el clásico de Curtiz, eso unido a su extraordinaria ambientación, es lo que hace que podamos seguir un thriller interesante pero puramente convencional y vacío de ambiguedad.