Muchos acusaron a Ridley Scott de haber plagiado "La caída del Imperio Romano" cuando rodó "Gladiator". Esto es cierto hasta en un 90% de la película (el otro 10% sería un poquito de "Espartaco"), pero nadie podrá reprochar a Scott el haber otorgado a Lucila y Comodo unas mayores matizaciones en sus personajes. Sophia Loren verdaderamente está bellísima y deslumbrante, aunque resulta demasiado buena de corazón y noble en comparación a la interpretada por Connie Nielsen. Christopher Plummer, por su parte, no le llega a la suela del zapato a Joaquin Phoenix en cuanto a crueldad.
Otro actor al que me cuesta ver en el papel es Stephen Boyd, teñido de rubio y después de albergarlo en mi memoria como el pérfido Mesala de "Ben-Hur"...
Quizá la primera parte de "La caída del Imperio Romano" es la mejor, con la campaña de Marco Aurelio en Germania (muy bien eso sí Alec Guinness), porque después la trama se politiza y ficciona bastante, la dirección de Mann es lenta por momentos y con altibajos a lo largo de tres horas y, lo peor, el argumento toma referencias de otras cintas del género (ver spoiler).
No obstante, "La caída del Imperio Romano" siempre será recordada por su rodaje en España (como otras producciones de Bronston) y por una interesante banda sonora de Dimitri Tiomkin.
Mi nota: 7,2