Aunque "Límite vertical" sea una de esas películas rodadas sólo para y por la taquilla, tiene su mérito al mantener el interés del espectador durante todo su metraje en un escenario casi monótono. Cuando empecé a verla, pensé que sería como mucho entretenida, pues carecía de la intriga de otras cintas de alpinistas como "Máximo riesgo" o "Licencia para matar". Además, tampoco es que me entusiasme el montañismo.
Sin embargo, a partir de la expedición de rescate, la película gana puntos. Consigue que te olvides de su previsible argumento, de sus fallos y escenas inconclusas (que los tiene, y bastantes, especialmente con todo lo relacionado con la nitroglicerina). Todo eso pasa a un segundo plano, gracias a las vertiginosas secuencias de acción, suspense y espectacularidad, aderezadas con una excelente fotografía y una contundente banda sonora. Asistimos entonces a dos frentes simultáneos: Las peripecias de los rescatadores y la evolución de los atrapados, a los cuales Martin Campbell da tanta importancia como a los héroes.
Pero lo que de verdad sube la nota a esta película es el continuo planteamiento de situaciones extremas, obligando al espectador a decidir qué haría en cada caso. Una dualidad muy interesante.
Yo le daría un 7,6 ó 7,7 perfectamente, si bien no recomendaría su visionado a personas que hayan sufrido tragedias por culpa de las montañas.