A similitud de las leyes sobre la robótica que aparecen en este relato de Isaac Asimov, "Yo, robot" cumple igualmente las tres leyes del cine. A saber:
1ª) Ninguna película debe aburrir a un ser humano.
2ª) Toda película ha de contar una historia interesante, más allá del entretenimiento y de los efectos especiales.
3ª) Las películas han de llegar a todo tipo de público.
Pues bien, este thriller futurista no sólo es ameno, sino que enganchará incluso a quienes no son demasiado aficionados a la ciencia-ficción gracias a su trama. Por ello, cometeríamos un error si la calificásemos sólo como un éxito destinado a la comercialidad, ya que está bastante bien explicada - aunque haya un fallo menor que suele ser cuidado en los policíacos, como que Del Spooner lo toque todo sin guantes, pero en fin - en cuanto al desarrollo de la investigación. Además, cuando los efectos entran en escena, hay que reconocer que están muy bien hechos. Y por último, para atraer a los más jóvenes con un argumento que por momentos es muy intelectual, nada mejor que un protagonista que conozcan, que tenga un aspecto con cierto grado de adolescencia y que funcione como héroe de acción. O sea, Will Smith, acompañado en esta ocasión por la guapa Bridget Moynahan. Y es que no olvidemos que Smith, pese a acercarse más aquí en imagen al Príncipe de Bel-Air o a los Men in Black, ha demostrado ser ya un sólido actor con películas muy maduras. De hecho, en "Yo, robot" va creciendo a medida que transcurre la película, al igual que ésta con ese final que te deja pensativo.
Finalmente, como apuntes curiosos, buen tema contundente de Marco Beltrami en la banda sonora, y atención al pequeño papel del ahora famoso Shia LaBeouf.
Mi nota: 7,8