Simpática cinta de terror cercana a la serie B, aunque curiosamente rodada en color. En contra de lo que pudiera parecer, el gran Vincent Price actúa como secundario en la película, si bien con un papel absolutamente fundamental.
Aun con sus fallos no es de extrañar que la historia sedujera a David Cronenberg para su famoso "remake" (de hecho, ahora pretende transformarla en una ópera). La acción se sitúa en Montreal - recordemos que Cronenberg es canadiense - y su planteamiento es novedoso, diferenciándose el original en su comienzo, expuesto casi como un caso de intriga. No obstante, bajo mi punto de vista este inicio es algo tedioso si has visto la de Cronenberg.
El 8 se lo otorgo porque a partir de los experimentos de Andre el argumento gira a muy entretenido, con unos soberbios efectos especiales para lo que era la época. Además, la teoría del teletransportador obliga a una profunda reflexión todavía vigente en nuestros días. ¿Qué ocurriría si algo tan peligroso cayera en manos perversas?