Cuando uno ve "La gran ilusión" y ya conoce la película de John Sturges, no puede evitar pensar que este director se inspiró en Renoir para muchas escenas (ver spoiler 1). Y esto es lo que hay que agradecerle al francés: Haber rodado lo que serían los precedentes del cine carcelario y de evasiones en campos de concentración. De hecho, se me ocurre un título más cuyo argumento versa sobre fugas que toma referencias de "La gran ilusión", como es "Una tumba al amanecer", aparte de la mencionada de Sturges (ver spoiler 2).
Sin embargo, fuera de esto, también opino que de obra maestra no tiene nada y que carece de emoción. Estos alemanes de la I Guerra Mundial, vistos los nazis de la II, son unas hermanitas de la caridad, considerados y respetuosos. Ni siquiera es un campo de concentración, sino de oficiales prisioneros. Vamos, que presenciamos un pacto entre caballeros que, de no saltarse las reglas muy a la ligera, no serían fusilados ni contra los que se dispararía (aunque esto se debe a que estamos ante el último conflicto bélico en el que el honor prima y no la deshumanización). Además, el personaje de Cartier me resulta cargante, pese a que su comportamiento denote la clase social a la que pertenece.
No obstante, sí me quedo con una frase ingeniosa (ver spoiler 3) que pronuncia Bouldier ante el capitán alemán interpretado por Eric Von Stroheim (otro que inveitablemente te retrotrae a su posterior Max de "El crepúsculo de los dioses").
Como dato curioso, llama la atención que Dita Parlo aparezca en segundo lugar por detrás de Jean Gabin en los títulos iniciales, cuando realmente sale sólo en el tramo final de la película.
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