Que iba a igualar a superar a la tercera entrega parecía difícil. Pero que aún tenía cosas que contar y elaborar de nuevo una trama ingeniosa, se antojaba impensable. Sin embargo, esto último sí está conseguido en "Toy Story 4", si bien en ocasiones la factura técnica impecable de Pixar da mayor prioridad a la acción que al propio argumento. Aun así, vuelve a notarse cómo cuidan los guiones. Incluso la desaparición de uno de los juguetes que por momentos tiene más relevancia que la de los propios protagonistas está bien justificada si no la recuerdas de lo sucedido entre el tiempo transcurrido entre la segunda y tercera película de la saga (ver spoiler 1).
"Toy Story 4" ya se centra en la vida de los juguetes en casa de Bonnie, la niña a la que fueron a parar después de ser propiedad de Andy. No obstante, en ese necesario "flashback" inicial lo sigue siendo como homenaje y para situarnos en el contexto.
Pese a que Bonnie es aún es más pequeña que Andy, curiosamente la película profundiza en ese mensaje adulto que ya se dejaba entrever en la segunda entrega y se manifestaba claramente en la tercera: El miedo a ser olvidado, al fracaso, a la falta de oportunidades en la vida (ver spoiler 2). Y, además, lo hace con personajes aún más siniestros que los de su antecesora (ver spoiler 3). Como contrapunto, surgen otros más divertidos (ver spoiler 4)
Mi nota: 7,4