Esta película la considero como la segunda parte de una trilogía a la que personalmente considero, "La trilogía bélica de Estonia" junto con los títulos "Mandarinas" y "La clase de esgrima" pues es raro ver tanto cine estonio en poco tiempo, versando sobre las heridas que les han causado las contiendas bélicas.
La cinta tiene lugar en el escenario de la segunda guerra mundial, periodo mediante el cual el pueblo y territorio de la actual Estonia, quedaron divididos, siendo una parte ocupada por el ejército ruso y la otra por el ejército alemán, reclutando ambos bandos ciudadanos estonios para su causa, siendo este el panorama con el cual tienen que lidiar nuestros protagonistas.
El largometraje viene a reflejar lo estúpido y cruel que fue este periodo con los estonios, obligados a luchar del lado que les invadía ya fueran rusos o alemanes, sin tener ningún tipo de apego por sus ideologías e ideales como demuestra el film, pues al fin y al cabo se consideraban todos vecinos y estonios, es decir, en Estonia no había una guerra civil de estonios contra estonios, sino una guerra de estonios obligados a luchar contra estonios que es bien diferente.
La película, refleja el punto de vista estonio desde ambos bandos, con buena dosis de realidad, crueldad y estupidez humana, por lo que no sería conveniente que te encariñaras con nadie.