Le otorgo un interesante por esa vuelta de turca al Rey Arturo y compañía, y porque me presenta de una forma clara en las batallas una estrategia victoriosa y bastante curiosa, aunque algo fantasma,en el último caso, cosa que no hacen muchas, donde son confusión y desorden en extremo, que está bien, refleja realidades, pero quieras que no se agradece. Desde luego, actualmente resalta la batalla de Gaugamela en Alejandro Magno de Oliver Stone, más grandiosa y con rigor histórico.
Pero, y es sólamente mi opinión, se nota tanto que es un producto de los que buscan el entretenimiento por el entretenimiento, aunque con esas notas a considerar y estupendos parajes y fotografía, que me resulta en general vulgar. Es el precio que paga para mi gusto. Sí, entretenidilla pero sin mucho gusto, pasable, no me convence en una palabra. No alcanza altas cotas. Luego Clive Owen está demasiado inexpresivo. Ya sabemos todos que es un tipo duro, pero bueno no hay que fruncir tanto el ceño. Y eso que en Closer está genial. Además, salen ideas de patriotismo, términos como país, que para la época que son rechinan un poco. Se mete en camisas de once balas. Pero es eso, un producto de consumo que busca todo tipo de públicos. No es Gladiator, y está por debajo de Troya a mi opinión, por decir dos películas de la nueva ola de recuperación de civilizaciones antiguas.