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España España · Malaga
Voto de Onate jr:
9
Romance. Drama Elio Perlman (Timothée Chalamet), un joven de 17 años, pasa el cálido y soleado verano de 1983 en la casa de campo de sus padres en el norte de Italia. Se pasa el tiempo holgazaneando, escuchando música, leyendo libros y nadando hasta que un día el nuevo ayudante americano de su padre llega a la gran villa. Oliver (Armie Hammer) es encantador y, como Elio, tiene raíces judías; también es joven, seguro de sí mismo y atractivo. Al ... [+]
25 de junio de 2018
13 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Norte de Italia, Verano de 1983. Sin duda es una película que pasa de puntillas durante el visionado, creando una escena, una imagen. Tú, con tus amigos, solo, con tu familia, con tu pareja, en tu cuarto, en el salón de la casa de tus abuelos, en la cama de un hotel de tres estrellas, en un televisor de 40 pulgadas, en un ordenador portátil, en tu smartphone; no importa. Una vez finalizada la película te acuestas, mañana será otro día.

Al despertarte te preguntas como sonaba aquella canción que Luca Guadagnino te enseñó en la película que viste la pasada noche. Lo mismo te da por buscarla en internet, consigues el nombre y la vuelves a escuchar mientras desayunas. Lo mismo no.

Has amanecido en un día brillantemente soleado y, al salir de tu casa, te encuentras con unos árboles que reciben tal luminosidad. Imposible que no se te venga a la cabeza cualquier imagen del metraje que viste ayer. Aquella Italia tiene una gran similitud con el país en el que resides. Ambas tierras están bañadas por el mismo mar azulado.

Continuas tranquilamente tu día, no mucho que hacer, estás de vacaciones y da la casualidad de que es verano. Almuerzas acompañado y, por cualquier comentario se desatan unas risas. De nuevo, te vuelve a la cabeza cualquiera de las escenas de aquella película, se parecen mucho, es real.

Atardeciendo. Se dirigen a ti con un susurro, la situación lo requiere, el mensaje se concentra, te exige una mayor atención para su correcta comprensión, merece la pena. Esta vez no solo recuerdas cualquier fotograma, sino también un nombre. Elio. Elio, Elio, Elio, Elio, Oliver. Aquella escena que se construyó el día anterior se ha congelado, se está concretando para perdurar en ti, a pesar de ti, que tampoco le diste una importancia mayor de la que le atribuías, de la que te exigía.

Una vez finalizando el día, no puedes evitar recapitularla, acudiendo a cualquier fuente de información que pueda evocarla. Quizás sales de fiesta con tus amigos, a lo mejor tienes la oportunidad de poder darte un chapuzón en un río cercano, o de pasear en bici por las calles de la ciudad. Tal vez puedes hacer el amor en la oscuridad de esa misma noche, e incluso sentir algo por una persona. No buscas imitar nada, tan solo tienes ganas de respirar. Conoces de una historia que sucedió en el Norte de Italia, Verano de 1983.
Onate jr
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