Director: David Gordon Green
Guion: David Gordon Green, Danny McBride y Jeff Fradley
La película es una secuela del filme “Halloween” de 1978 de John Carpenter. Ignora toda la continuidad construida desde “Halloween 2” de 1981.
Lo cual hace raro (y algo confuso) que se haya titulado “Halloween”.
Han pasado 40 años de los sucesos de la película anterior. Michael Myers está recluido en un hospital psiquiátrico, y en todo ese tiempo no ha dicho ni una palabra. Espera pacientemente su traslado. Lauren (Jaime Lee Curtis) lleva todo ese tiempo preparándose para encararlo.
Mientras lo están trasladando ocurre un accidente y Michael consigue escapar. Para su suerte escapa en la noche de Halloween. Se dirige al pueblo de Haddonfield para continuar con su legado de sangre y muerte. Y para saldar asuntos pendientes con Lauren. Pero ella ya no es la adolescente asustadiza que alguna vez conoció.
Ahora está preparada para un último enfrentamiento.
La amé.
Es una excelente secuela y sin temor a equivocarme es la mejor película de la franquicia, desde la primera. Le rinde tributo a la original y es un soplo de aire fresco para las nuevas generaciones.
Un aspecto que captó mi atención era que Michael Myers regresaba a ser “El maligno”. Alguien a quien no puedes entender y que sus motivaciones no van más allá de asesinar y causar el mayor daño posible. Como plus también es uno de las versiones de Michael más intimidantes que he visto. Había momentos en los que estaba asustado por su presencia. No solo por su brutalidad, también por el suspenso que se construía durante los asesinatos. Se notaba que quería darles a sus víctimas el susto de sus vidas antes de morir.
Hablando de los asesinatos. Es aquí donde se rinde el mayor tributo a la película de Carpenter. Regresamos al “sugerir antes que mostrar”. Hay casos donde solo vemos a los muertos y otros donde ocurren fuera de cámara.
Esto llega a ser muy efectivo para mostrar verdadero terror en lugar de sencillo factor Shock.

Eso no quiere decir que no tenga ese buen gore que tanto nos gusta. La sangre está bien servida y hay para todos los gustos.
El director y los guionistas tienen un pasado en la comedia y, por eso, les dieron a sus personajes varias líneas graciosas. Esto los dota de carisma y personalidad. Las actuaciones también ayudaron mucho.
Pero eso no quiere decir que la película no se tome en serio a sí misma. Cuando Michael entra en escena el tono cambia drásticamente y los personajes están conscientes del peligro en el que se encuentran y saben que no hay tiempo para bromas.
Entre los personajes más destacables tenemos a la familia de Laurie. Su hija Karen y su nieta Allyson y la como se relacionan con la matriarca de la familia Strode. Karen tiene una relación tormentosa con su madre por su constante paranoia y sobreprotección y por verse obligada a seguir su riguroso entrenamiento a tan corta edad.
Allyson busca entablar una amistad con su abuela y tratar de persuadirla a que continúe con su vida y se olvide de Michael.
Judi Greer y Andi Matichak hicieron una labor sobresaliente en sus respectivos roles.
Jaime Lee Curtis regresa con fuerza y hace la mejor interpretación de toda la película. Te convence de que no está exagerando con las trampas que pone y el exceso de armas de tiene a su disposición para enfrentar a Michael. Sabe lo peligroso que es y lo único que quiere es proteger a su familia.
La pelea final entre Michael y Laurie es un fanservice para los fans de la franquicia y a la vez es un enfrentamiento con mucho significado para ambos personajes. No solo eso, también es un espectáculo entretenido de ver.
Es una auténtica sorpresa que me arrepiento de no haber visto en el cine.
Muy recomendable.