Alocadamente divertida.
Es una película de cine negro, pintada de colores pastel y con algún toquecito de color rosa.

Diferente además, en su puesta en escena (desarrollar la totalidad de la película en el tren bala, solo lo había intentado y sin éxito Steven Seagal . . .) ya que casi todas las escenas ocurren allí.
Diferente en lo variopinto de sus personajes, lo que provoca al espectador hasta con el poco parecido de "los gemelos", en la salvaje agresividad de las asesinas mujeres, y en la reaparición tardía de un abuelo diestro con las armas, gracias a sus antecedentes penales.

Brad Pitt está bien y es divertido. Cínicamente divertido.
La premio con ocho puntos, porque nos hace pensar, bueno, casi nos obliga a pensar, haciendo unos flash backs que hacen que la trama sea mucho más ágil y te obliga a mantenerte atento a todas las secuencias, que cambian y se suceden con velocidad.

Disfrutadla que vale la pena.