Si hay algo que me encantó de esta película es su sentido del humor.
Nada tienen que ver un guardaespaldas, un chófer, una actriz de teatro o una camarera. Tienen vidas diferentes, pero las relaciones que establecen entre ellos (algunas más estrechas, otras mas triviales) revelan el carácter de cada cual. Y en ese contraste de apetencias, culturas y circunstancias personales es donde surge el humor por chocante.

El empresario tratando de sorprender a la actriz con su nivel ridículo de inglés, la decoración recargada de la casa por parte de su mujer y unas cuantas situaciones más, causan risa por lo chusco y ridículo de la situación.

Excelente reparto e interpretación. Una pequeña joya.