Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Alma_nicomio:
9
Drama En un colegio para sordos, los problemas habituales de cualquier centro docente se ven agravados por la dificultad que implica el trato con jóvenes acostumbrados al aislamiento. Cuando, además, un profesor se siente atraído por una empleada del centro, la situación se complica por las imprevisibles reacciones de la muchacha. (FILMAFFINITY)
10 de octubre de 2010
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nuevamente me encuentro ante una película de la que no puedo hacer una crítica limitada a aspectos cinematográficos.
En este caso, si cabe, va a ser más un deber hacerla. El pago ínfimo de una deuda.
Quizá no servirá, pero si alguien que la lee se queda con una mínima parte del mensaje, habrá merecido la pena.

Soy oyente y he tenido a los 34 años la inmensa suerte de conocer, en una mínima parte, la Comunidad Sorda. Acabo de terminar un curso de Lengua de Signos Española y me he dado de bruces contra un muro tremendo.
El muro que nos separa de personas con las que convivimos día a día pero que no vemos. Las personas sordas.

Podría extenderme durante horas y escribir sobre lo desconocida que nos es la Comunidad Sorda. Sería un ejercicio más de desahogo que de otra cosa me temo.
Por eso simplemente os dejaré el título de un libro, desde mi punto de vista fundamental, que todos los oyentes deberíamos leer, en cada colegio, en cada instituto, en cada casa. Es muy fácil de leer. Puede hacernos reir, quizá llorar, pero sobre todo, nos hace pensar (y, egoistamente darnos cuenta de cuán suaves pueden ser los problemas que nos cuesta tanto sobrellevar a veces).

"El Grito de la gaviota" de Emmanuelle Laborit.

Para terminar es mi obligación, las personas sordas que he conocido me han encargado transmitirlo y así lo hago , aclarar un detalle.
La palabra "sordomudos" es completamente incorrecta e hiriente.
Las personas sordas, son solo eso, sordas.
En muchas críticas he leído "sordomudos", incluso en la sinopsis. Eso ha de acabar con el granito de arena de cada uno.
Su lengua natural, a pesar de que durante años les hayan prohibido usarla y hoy en día no esté a la altura que merece en muchos aspectos, es la Lengua de Signos.
Pretender que hablen es una imposición de la sociedad oyente que les toma como "Hijos de un dios menor". Querer que lean los labios o pensar que todos los sordos leen los labios es otro error de los oyentes que no somos capaces de ver más allá de nuestro mundo sonoro.
Alma_nicomio
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow