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Voto de Rómulo:
452
Drama. Comedia
Emmanuelle Blachey es una brillante ingeniera que ha conseguido escalar y finalmente entrar en el comité ejecutivo de su empresa, el gigante francés de la energía. Un día, una red de mujeres influyentes le propone ayuda para conquistar la dirección de una importante empresa que cotiza en bolsa. Esto la convertiría en la primera mujer en ocupar un puesto de tal calibre. Pero en las esferas aún dominadas por los hombres, los obstáculos de ... [+]
19 de octubre de 2018
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La número uno
“La Defénse”, el centro de negocios parisino, dotado de soberbios edificios de cemento, cristal y acero, donde las grandes empresas del país miden cada día su fuerza en las cotizaciones del C 40, se eleva orgullosa de su modernidad como mirando de soslayo y con cierta condescendencia al viejo París semioculto bajo un manto plomizo. Tras la babilónica tramoya conspiran insaciables dueños, consejeros y altos ejecutivos de las compañías más importantes de Francia, depredadores sin escrúpulos para los que el único objetivo es el beneficio a cualquier precio. Y para conseguirlo se aliarán con el mismísimo diablo si ello ayuda a sus propósitos sin reparar en el daño -en ocasiones letal-que puedan ocasionar a otros seres humanos. Y cuanto más procelosas son las aguas en donde nadas, más denodadamente te obligan a bracear para mantenerte a flote.
Con estos mimbres, la directora y guionista francesa Tonie Marshall ha realizado una gran película. Su puesta en escena es elegante, conoce bien el ambiente en el que se desarrolla su historia y cada uno de los actores que participa se desenvuelve como si ese mundo le perteneciera.
A sus espléndidos 54 años, Emmanuelle Devos está en la plenitud de su carrera. Esta magnífica actriz, dirigida por Jacques Audiard, ganó en el 2002 el César del cine francés a la mejor actuación con “Lee mis labios”, arrebatándole el premio en aquella ocasión, nada menos que a la gran favorita Audrey Tatou nominada por “Amélie”. Y aquí en “La número uno” demuestra una vez más su extraordinario talento, interpretando a una brillante y codiciosa ejecutiva de un gran consorcio internacional. Pero no tardará mucho en averiguar en el avispero en que se ha metido. En un mundo dominado por lobos, esta oveja desvalida habrá de remar a contracorriente.
La película de Marshall es decididamente feminista, nos muestra sin tapujos ni concesiones cómo esa minoría de mujeres que alcanzan tan altas esferas también sufren de una flagrante discriminación y en esa valiente denuncia se empeña nuestra directora ofreciéndonos de paso una portentosa lección de buen cine.
Emilio Castelló Barreneche
“La Defénse”, el centro de negocios parisino, dotado de soberbios edificios de cemento, cristal y acero, donde las grandes empresas del país miden cada día su fuerza en las cotizaciones del C 40, se eleva orgullosa de su modernidad como mirando de soslayo y con cierta condescendencia al viejo París semioculto bajo un manto plomizo. Tras la babilónica tramoya conspiran insaciables dueños, consejeros y altos ejecutivos de las compañías más importantes de Francia, depredadores sin escrúpulos para los que el único objetivo es el beneficio a cualquier precio. Y para conseguirlo se aliarán con el mismísimo diablo si ello ayuda a sus propósitos sin reparar en el daño -en ocasiones letal-que puedan ocasionar a otros seres humanos. Y cuanto más procelosas son las aguas en donde nadas, más denodadamente te obligan a bracear para mantenerte a flote.
Con estos mimbres, la directora y guionista francesa Tonie Marshall ha realizado una gran película. Su puesta en escena es elegante, conoce bien el ambiente en el que se desarrolla su historia y cada uno de los actores que participa se desenvuelve como si ese mundo le perteneciera.
A sus espléndidos 54 años, Emmanuelle Devos está en la plenitud de su carrera. Esta magnífica actriz, dirigida por Jacques Audiard, ganó en el 2002 el César del cine francés a la mejor actuación con “Lee mis labios”, arrebatándole el premio en aquella ocasión, nada menos que a la gran favorita Audrey Tatou nominada por “Amélie”. Y aquí en “La número uno” demuestra una vez más su extraordinario talento, interpretando a una brillante y codiciosa ejecutiva de un gran consorcio internacional. Pero no tardará mucho en averiguar en el avispero en que se ha metido. En un mundo dominado por lobos, esta oveja desvalida habrá de remar a contracorriente.
La película de Marshall es decididamente feminista, nos muestra sin tapujos ni concesiones cómo esa minoría de mujeres que alcanzan tan altas esferas también sufren de una flagrante discriminación y en esa valiente denuncia se empeña nuestra directora ofreciéndonos de paso una portentosa lección de buen cine.
Emilio Castelló Barreneche
