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Voto de FATHER CAPRIO:
8
Drama Howard Roark (Gary Cooper) es un arquitecto vanguardista, ávido de romper con todo lo hecho hasta ahora en los terrenos de la arquitectura. Dominique Francon (Patricia Neal) es una columnista del periódico The Banner de New York que también ama la individualidad y todo lo que libere al hombre de la esclavitud de las ideas. Juntos, pero "separados", iniciarán una guerra contra el mundo de lo convencional. (FILMAFFINITY)
8 de febrero de 2009
39 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ayn Rand hace de las virtudes de su libro un pecado cinematográfico. Sus intransigencias en lo que se refiere a la plena identidad guión - novela, en la misma línea de integridad de la obra personal defendida en el libro, hacen del film un discurso de ideas donde, a diferencia de la obra literaria, no existe ese "tempo" necesario para la reflexión. En cine, los tiempos de reflexión se minimizan y, por ello, las ideas, para que sean perfectamente asimiladas (no significa compartidas) hay que ofrecerlas dosificadamente. Y dosificar un tomo con más de mil páginas llenas de discursos profundos y sentimientos controvertidos y poco comunes se me antoja difícil y mucho más si se pretende mantener más la letra que el espíritu.

En definitiva, la película ofrece más de lo que entrega. Ofrece personalidades complejas y difíciles como la de Dominique Francon (Patricia Neal) en las que se atisban conflictos interiores sin resolver o también como la del critico arquitectónico Ellsworth Toohey (Robert Douglas), paradigma del totalitarismo hitleriano transmitido a las masas. Pero estas ofertas se diluyen. Es cierto que la duración media de una película no permite análisis psicológicos en profundidad pero otras películas lo consiguieron. Probablemente con guiones menos encorsetados.

Aun así, el film mantiene un tono medio de calidad excelente, compensando la tormenta excesiva de ideas con un erotismo subyacente a lo largo de la totalidad del film. Tanto es así que Patricia Neal y Gary Cooper, no obstante la notoria diferencia de edad, lo llevaron más allá de los platós de rodaje hasta el punto que para ella, Cooper fue el "hombre de su vida", si bien él acabó refugiándose en el "home sweet home". Pero queda dicho que las chispas saltaban hasta la gran pantalla y que los simbolismos tipo taladradoras y enhiestos rascacielos iban dirigidos a espectadores inteligentes en una sociedad celosa de la moral y las buenas costumbres.

King Vidor, magistral, obtiene, aun con todas las limitaciones, exigencia del guión, una buena película. La mejor posible.

La actuación de Patricia Neal es sin duda un excelente reclamo para seguirla en otros títulos de su filmografía. Espléndido Robert Douglas. Bien Raymond Massey. En cuanto a Gary Cooper, le toma bien la medida a su personaje no solo en lo que a tozudez de ideas se refiere sino también por lo que hace a la intensidad de los deseos, constantes y siempre presentes a lo largo del film, elevación de temperatura incluida.

Una cierta flexibilidad al guión, sin duda hubiese elevado la nota.
FATHER CAPRIO
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