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Voto de FATHER CAPRIO:
9
8 de septiembre de 2007
18 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reconozco que Fritz Lang me tiene ganado para su causa. Voy de sorpresa en sorpresa con esas películas suyas “a priori” menos populares que Metrópolis, tal es el caso de Los verdugos también mueren, como antes lo fue de Solo se vive una vez ó Mientras Nueva York duerme. Sorpresas para mi, evidentemente, porque Lang no es ningún desconocido en estos círculos.
Bienvenidas sean sorpresas como ésta y que vengan muchas mas. Porque Los verdugos también mueren es una película de las que entran muy pocas en una docena. Tema histórico donde los haya, candente y actual allá por el 42 y, sobre todo, visto por un alemán lo cual, aún desde la distancia, es digno de reconocerse.
Lo importante no es la fidelidad a los hechos, aunque existe y así debe reconocerse, cierta verosimilitud, sino las relaciones y las reacciones humanas. La lealtad y el compromiso de un pueblo con su propia historia y con su propia supervivencia así como el desprecio de los traidores, configuran el argumento principal de una magnífica película donde no hay fisuras ó son imperceptibles y donde la trama final envuelve al espectador incluso llevándolo a ser injusto al exigir más el castigo para la traición que para el asesinato.
¿Los actores?: Lo hacen bien, pero lo importante, lo realmente importante no son los personajes individuales sino los colectivos, ese pueblo checo dando una auténtica lección al mundo de unidad ante la ignominiosa opresión alemana.
Bienvenidas sean sorpresas como ésta y que vengan muchas mas. Porque Los verdugos también mueren es una película de las que entran muy pocas en una docena. Tema histórico donde los haya, candente y actual allá por el 42 y, sobre todo, visto por un alemán lo cual, aún desde la distancia, es digno de reconocerse.
Lo importante no es la fidelidad a los hechos, aunque existe y así debe reconocerse, cierta verosimilitud, sino las relaciones y las reacciones humanas. La lealtad y el compromiso de un pueblo con su propia historia y con su propia supervivencia así como el desprecio de los traidores, configuran el argumento principal de una magnífica película donde no hay fisuras ó son imperceptibles y donde la trama final envuelve al espectador incluso llevándolo a ser injusto al exigir más el castigo para la traición que para el asesinato.
¿Los actores?: Lo hacen bien, pero lo importante, lo realmente importante no son los personajes individuales sino los colectivos, ese pueblo checo dando una auténtica lección al mundo de unidad ante la ignominiosa opresión alemana.