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Voto de barbara12:
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Drama
Finales de los años cuarenta. La escritora Karen Blixen, de 63 años, está en la cima del éxito y parece ser la próxima en ganar el Premio Nobel de Literatura. Tras dejar atrás su renuncia a la famosa granja en África para regresar a su Dinamarca natal y habiendo perdido al amor de su vida, ahora Karen se ha reinventado a sí misma como una sensación literaria. Ella sigue siendo un genio aislado. Sin embargo, su vida se tambaleará el día ... [+]
30 de enero de 2022
10 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
O mejor dicho en palabras de Santa Teresa, a algo que esté cerca de Dios.
Esta gran película que llega a las desiertas salas de cine reservado para una minoría culta, y que aparece como caída del cielo entre tanta vulgaridad cinematográfica como la que los tiempos actuales no se cansan de mostrar, cuenta una época en la que la literatura tenía realmente calidad literaria, los años 40 y 50, cuando los clásicos universales saltaban como espuma a nuestras manos, como Hemingway, Fitzgerald....eran realmente un sueño.
Si comparamos esa literatura con los betsellers actuales cargados de erotismo barato, aventuras fantásticas aún más baratas y con los mismos nombres publicados una y otra vez en lo que concierne a un atisbo de calidad literaria acabamos pidiendo cita al psiquiatra, mejor no comparar.
El caso es que dejando de lado los lamentables tiempos actuales en el mundo de la cultura y del cine, llega esta ácida película, esa es la palabra que viene a mi mente.
Y es que esta película es cruelmente brillante, es realista, elegante, hermosa, radiante, digna, deslumbrante, con clase. Detesta lo bajo, lo vulgar, lo cansino.
Así era Karen Blixen, la popular autora de "Memorias de África" y de otras tantas obras que según ella fueron un éxito mundial por haber vendido su alma al diablo una noche hace ya demasiado tiempo...
No conozco a nadie del reparto, pero verdaderamente no hace falta, ya que cuando hay talento lo demás sobra.
Pues la veterana autora se encapricha de un autor joven y prometedor, de Thorkild Bjornvig, casado y con un hijo que ama a su familia, pero también a su carrera literaria.
Blixen le propone un "pacto" como el que ella hizo con el diablo nunca mejor dicho metafóricamente, de que su obra sería inmortal a cambio de lo que ella le pidiera, y en este momento todo comienza para Thorkild.
He leído en una crítica especializada que la fuerza narrativa de esta película la tienen las mujeres, es decir, la esposa abnegada que con el devenir de la situación pierde su estatus para revelar a ojos de su marido su verdadera naturaleza, la joven Grete interpretada por Nanna Skaarup Voss, y la baronesa Blixen, pero nada de eso creo que es verdad.
La fuerza de la narración cae absolutamente en el actor, Simon Bennebjerg y en su instigadora, Birth Neumann, en el mejor papel que he visto en mucho tiempo.
La reticencia del joven a querer abandonar a su familia para ser un escritor protegido dentro de la élite cultural que Blixen a cambio de la permanencia de esta en la mansión de la célebre escritora es lo que hace de esta película lo vibrante, este es el momento en que el público se involucra, en el que la catarsis comienza, al leer en los ojos de Thorkild lo que él realmente desea pero no acaba de aceptar.
Afortunadamente esta historia habría encantado a Oscar Wilde, y por tanto su dicho de "La única forma de vencer una tentación es caer en ella", se nos vuelve verdad.
El primer acto de la película es en calma, prometedor, para como en la melodía del Invierno ir subiendo de tono más y más, en el segundo, con Thorkield quebrándose y Blixen apretando más y más y dejando claro qué debe de hacer para que su carrera se proyecte.
En el tercero, todo es abrumadoramente decepcionante.
Apasionadamente, claramente.
Pero todo habrá cambiado.
Es en este sentido, a través de los personajes donde Billie August trata de retratar la verdad del sentido artístico humano.
¿Un artista debe de ser libre o estar atado a las convenciones de este mundo?
¿Está la familia sobrevalorada?
Si somos artista ¿qué preferimos, una familia normal y una posible esposa a la que ni sabemos si amamos más que a nuestro sueño o la garantía de nuestro estrellato en ese mundo imposible de alcanzar, tan solo de soñar?
Personalmente amé a Karen y odié a Grete.
Y soñé con Benedicte, pensando si alguien tan encantador existirá en la realidad sabiendo de antemano la respuesta.
Benedicte, la amante de Thorkield, a quien de verdad ama, interpretada por Asta Kamma, en un papel determinante, brillante en este cuarteto de cuerda.
Lo vulgar representado por Grete, lo diabólico por Blixten, lo divino por Benedicte, en tres planos se mueve Thorkield, y en el de la literatura.
Blixten tildada de bruja por muchos no es sin la proyección de su propia tragedia, de la que sacó lo mejor y lo comparó con lo peor del mundo y de sí misma en ese mundo.
Ella sabía lo que subía y lo que hacía caer, por eso utilizó, amasó, formó, destruyó y volvió a construir.
No era una persona tan oscura, y si lo era sus luces hacían que brillase su oscuridad aún más, pues no hay nadie perfecto y quien lo esté que tire la primera piedra.
Metraje absolutamente imprescindible para los amantes de grandes biografías.
Esta gran película que llega a las desiertas salas de cine reservado para una minoría culta, y que aparece como caída del cielo entre tanta vulgaridad cinematográfica como la que los tiempos actuales no se cansan de mostrar, cuenta una época en la que la literatura tenía realmente calidad literaria, los años 40 y 50, cuando los clásicos universales saltaban como espuma a nuestras manos, como Hemingway, Fitzgerald....eran realmente un sueño.
Si comparamos esa literatura con los betsellers actuales cargados de erotismo barato, aventuras fantásticas aún más baratas y con los mismos nombres publicados una y otra vez en lo que concierne a un atisbo de calidad literaria acabamos pidiendo cita al psiquiatra, mejor no comparar.
El caso es que dejando de lado los lamentables tiempos actuales en el mundo de la cultura y del cine, llega esta ácida película, esa es la palabra que viene a mi mente.
Y es que esta película es cruelmente brillante, es realista, elegante, hermosa, radiante, digna, deslumbrante, con clase. Detesta lo bajo, lo vulgar, lo cansino.
Así era Karen Blixen, la popular autora de "Memorias de África" y de otras tantas obras que según ella fueron un éxito mundial por haber vendido su alma al diablo una noche hace ya demasiado tiempo...
No conozco a nadie del reparto, pero verdaderamente no hace falta, ya que cuando hay talento lo demás sobra.
Pues la veterana autora se encapricha de un autor joven y prometedor, de Thorkild Bjornvig, casado y con un hijo que ama a su familia, pero también a su carrera literaria.
Blixen le propone un "pacto" como el que ella hizo con el diablo nunca mejor dicho metafóricamente, de que su obra sería inmortal a cambio de lo que ella le pidiera, y en este momento todo comienza para Thorkild.
He leído en una crítica especializada que la fuerza narrativa de esta película la tienen las mujeres, es decir, la esposa abnegada que con el devenir de la situación pierde su estatus para revelar a ojos de su marido su verdadera naturaleza, la joven Grete interpretada por Nanna Skaarup Voss, y la baronesa Blixen, pero nada de eso creo que es verdad.
La fuerza de la narración cae absolutamente en el actor, Simon Bennebjerg y en su instigadora, Birth Neumann, en el mejor papel que he visto en mucho tiempo.
La reticencia del joven a querer abandonar a su familia para ser un escritor protegido dentro de la élite cultural que Blixen a cambio de la permanencia de esta en la mansión de la célebre escritora es lo que hace de esta película lo vibrante, este es el momento en que el público se involucra, en el que la catarsis comienza, al leer en los ojos de Thorkild lo que él realmente desea pero no acaba de aceptar.
Afortunadamente esta historia habría encantado a Oscar Wilde, y por tanto su dicho de "La única forma de vencer una tentación es caer en ella", se nos vuelve verdad.
El primer acto de la película es en calma, prometedor, para como en la melodía del Invierno ir subiendo de tono más y más, en el segundo, con Thorkield quebrándose y Blixen apretando más y más y dejando claro qué debe de hacer para que su carrera se proyecte.
En el tercero, todo es abrumadoramente decepcionante.
Apasionadamente, claramente.
Pero todo habrá cambiado.
Es en este sentido, a través de los personajes donde Billie August trata de retratar la verdad del sentido artístico humano.
¿Un artista debe de ser libre o estar atado a las convenciones de este mundo?
¿Está la familia sobrevalorada?
Si somos artista ¿qué preferimos, una familia normal y una posible esposa a la que ni sabemos si amamos más que a nuestro sueño o la garantía de nuestro estrellato en ese mundo imposible de alcanzar, tan solo de soñar?
Personalmente amé a Karen y odié a Grete.
Y soñé con Benedicte, pensando si alguien tan encantador existirá en la realidad sabiendo de antemano la respuesta.
Benedicte, la amante de Thorkield, a quien de verdad ama, interpretada por Asta Kamma, en un papel determinante, brillante en este cuarteto de cuerda.
Lo vulgar representado por Grete, lo diabólico por Blixten, lo divino por Benedicte, en tres planos se mueve Thorkield, y en el de la literatura.
Blixten tildada de bruja por muchos no es sin la proyección de su propia tragedia, de la que sacó lo mejor y lo comparó con lo peor del mundo y de sí misma en ese mundo.
Ella sabía lo que subía y lo que hacía caer, por eso utilizó, amasó, formó, destruyó y volvió a construir.
No era una persona tan oscura, y si lo era sus luces hacían que brillase su oscuridad aún más, pues no hay nadie perfecto y quien lo esté que tire la primera piedra.
Metraje absolutamente imprescindible para los amantes de grandes biografías.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
A muchos les encantará el concepto de la esposa, Grete, fiel compañera de Thorkield.
Pero en cierto modo su visión cambia a medida que Blixten hace que su marido caiga más y más en el mundo sofisticado y cultural que le ofrece, donde una esposa desesperada como mujer por retener a un hombre aún sabiendo que no la ama ni tiene nada que ofrecerle en cuanto a su mayor sueño: la escritura, salvo darle hijos por un tubo, sufre una transformación.
Grete queda desgarrada al ver que ya no tiene en casa a un hombre al que prepararle siempre los mismos platos, que juegue con su hijo en todo momento, al que llenar de sueños.
¿Sueños de qué?
Oh, Billie August es un monstruo maravilloso describiendo a los personajes así, en su proyección hacia los demás.
Grete frene a Thorkield de cumplir su sueño, no quiere que viaje a Bonn, ni que se quede en casa de la baronesa.
Pero sin embargo, ese es el único camino para que su marido sea alguien.
Quizá es injusto, quizá no está bien, pero Thorkield no tiene el talento suficiente para que sea de otra forma, para alcanzar la cima por sí mismo.
Necesita encontrarse a sí mismo para escribir, y eso, es una necesidad real.
Blixten sabe cómo era aquello....como se conseguía esa literatura magnífica que pasaría a la historia y sentaría un precedente: los mejores poetas daneses de su historia se quedaron y escribieron en su casa.
Ella, anciana ya, incapaz de retenerle físicamente sin embargo lo consigue incluso al final de la película. Tiene el alma de Thorkield.
Grete, en un intento desesperado de llamar su atención tras saber de su affair con Benedicte, se intenta suicidar. Es solo entonces cuando el pacto queda disuelto por parte de Thorkield.
No tiene lo suficiente para pasar a la historia como escritor, pero tampoco será feliz en su vida vulgar y llena de preocupaciones mundanas, como mucho amor pero poca luz para alguien de su sensibilidad, de su creatividad y visión, que aunque no sepa exprimir, para su pesar será demasiada para la pequeña casa de familia y la vida aburrida que le esperará hasta que él o su básica esposa muera.
Así es la vida, curioso que Blixen a pesar de ser "la bruja" que intentó acabar con su matrimonio haya sido la única gracias a la que escribió su libro más famoso "El pacto" y por la que llegó a la fama y estamos hablando de él ahora mismo tras haber aparecido en una película formidable, la segunda que he visto este año y que por momentos ha eclipsado la de Guillermo del Toro a mis ojos.
La profunda reflexión que ofrece esta película es la de abrir bien los ojos para saber lo que queremos hacer en la vida y hasta que punto con esa persona que dormimos es la correcta, por muy idílica que parezca la vida.
¿De verdad un marido o una esposa tienen derecho a arrebatar los sueños?
La respuesta es no, y ni siquiera unos hijos.
Película tremenda, que logra que tras una crítica constructiva y seria te sientas mala persona.
Será el poder diabólico de Blixen, por cierto, premio Nobel en Literatura.
Pero en cierto modo su visión cambia a medida que Blixten hace que su marido caiga más y más en el mundo sofisticado y cultural que le ofrece, donde una esposa desesperada como mujer por retener a un hombre aún sabiendo que no la ama ni tiene nada que ofrecerle en cuanto a su mayor sueño: la escritura, salvo darle hijos por un tubo, sufre una transformación.
Grete queda desgarrada al ver que ya no tiene en casa a un hombre al que prepararle siempre los mismos platos, que juegue con su hijo en todo momento, al que llenar de sueños.
¿Sueños de qué?
Oh, Billie August es un monstruo maravilloso describiendo a los personajes así, en su proyección hacia los demás.
Grete frene a Thorkield de cumplir su sueño, no quiere que viaje a Bonn, ni que se quede en casa de la baronesa.
Pero sin embargo, ese es el único camino para que su marido sea alguien.
Quizá es injusto, quizá no está bien, pero Thorkield no tiene el talento suficiente para que sea de otra forma, para alcanzar la cima por sí mismo.
Necesita encontrarse a sí mismo para escribir, y eso, es una necesidad real.
Blixten sabe cómo era aquello....como se conseguía esa literatura magnífica que pasaría a la historia y sentaría un precedente: los mejores poetas daneses de su historia se quedaron y escribieron en su casa.
Ella, anciana ya, incapaz de retenerle físicamente sin embargo lo consigue incluso al final de la película. Tiene el alma de Thorkield.
Grete, en un intento desesperado de llamar su atención tras saber de su affair con Benedicte, se intenta suicidar. Es solo entonces cuando el pacto queda disuelto por parte de Thorkield.
No tiene lo suficiente para pasar a la historia como escritor, pero tampoco será feliz en su vida vulgar y llena de preocupaciones mundanas, como mucho amor pero poca luz para alguien de su sensibilidad, de su creatividad y visión, que aunque no sepa exprimir, para su pesar será demasiada para la pequeña casa de familia y la vida aburrida que le esperará hasta que él o su básica esposa muera.
Así es la vida, curioso que Blixen a pesar de ser "la bruja" que intentó acabar con su matrimonio haya sido la única gracias a la que escribió su libro más famoso "El pacto" y por la que llegó a la fama y estamos hablando de él ahora mismo tras haber aparecido en una película formidable, la segunda que he visto este año y que por momentos ha eclipsado la de Guillermo del Toro a mis ojos.
La profunda reflexión que ofrece esta película es la de abrir bien los ojos para saber lo que queremos hacer en la vida y hasta que punto con esa persona que dormimos es la correcta, por muy idílica que parezca la vida.
¿De verdad un marido o una esposa tienen derecho a arrebatar los sueños?
La respuesta es no, y ni siquiera unos hijos.
Película tremenda, que logra que tras una crítica constructiva y seria te sientas mala persona.
Será el poder diabólico de Blixen, por cierto, premio Nobel en Literatura.