Por mucho que lo intentemos, por muy buen reparto que tenga, o muy bien escrita que esté hay películas que simplemente no funcionan.
Y esta es una de ellas, con cosas como el guión y el agente protagonista que no se sabe quien es, o por qué los mamporros entre los cinco únicos personajes protagonistas ocurren.
"Sleepless" se ha quedado en eso, en una película a deshora que no incita ni al sueño pero tampoco a estar despierto, sino a cerrar los ojos ante una historia de un supuesto pobre muchacho raptado porque su padre un poli infiltrado se mete en líos.
Parece que los personajes tanto de Vicent como de su hijo han sido escritos para caer mal, para no despertar nada más que bostezos en estas dos horas llenas de una acción siempre igual, unos secundarios torpes y unos protagonistas lamentables. Y es que la ausencia de carisma es algo terrible entre los personajes de una película sobre todo si es de género de acción donde tan solo su cáscara superficial y su pericia en el combate serán decisivos, pues nadie quiere ver que un chulito gana la pelea al final, sino que te apetece incluso que los maten.

Ése es precisamente a mi juicio el gran talón de Aquiles del cine moderno en cuanto a la acción. La repelencia de los protagonistas, como ocurre aquí con Jamie Foxx, en su peor peli en ese sentido.
Ya no queda nada de aquellos grandes héroes de las tardes de los sábados como Chuck Norris o Silvester Stallone a cuyo paso los malos malísimos caían de rodillas ante la grandeza de su mamporro, ese glorioso caer ante el héroe, el que salva a los inocentes. el noble y buen chico protagonista.
Esa historia básica, simple pero amada ha muerto.

Ahora los protagonistas capullos hunden la historia aún más capulla obra de un director capullo. Es el fin del género de acción, cada día muere un poco más.
Decir que Michelle Monahan es lo único salvable de este bodrio de mafidiotas como diría Joker y polis corruptos o no, a mí ni me importan. Lo que me duele son las dos horas que no volverán.
Lamentable.